Martínez Pozo dice traslado de internos a Las Parras es un avance, pero motivos para celebrar son escasos: "Botamos 3,000 millones de pesos"

Martínez Pozo sugiere abstenerse de celebrar la inauguración de Las Parras, citando el gasto excesivo y la negligencia institucional. Valora que el recinto funcione, pero lamenta el alto costo para lograrlo.

El periodista y coordinador de El Sol de la Mañana, Julio Martínez Pozo, afirmó este jueves que, aunque el inicio del traslado de internos desde la cárcel La Victoria hacia el nuevo Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras representa una mejoría evidente en el sistema penitenciario, el proceso no le anima a celebrar debido a lo que calificó como un “derroche de recursos innecesario y una vergüenza institucional.

Durante su comentario en el programa, Martínez Pozo señaló que la puesta en funcionamiento de Las Parras, cuya inauguración oficial está prevista para el sábado 22 de noviembre, llega tarde y a un costo innecesariamente elevado. Recordó que la infraestructura estaba prácticamente terminada desde 2021, pero permaneció cerrada durante años mientras se realizaban investigaciones judiciales.

Los motivos para celebrar son escasos”, insistió, tras señalar que el Estado terminó gastando 3,000 millones de pesos adicionales para reacondicionar una obra que, aseguró, debió abrirse hace cuatro años. “Esa penitenciaría estaba terminada con muy escasos detalles por concluir. ¿Qué pasó al dejarla cerrada? Que se deterioró, como se deteriora cualquier edificación abandonada, y al final hubo que hacerla otra vez”.

“Debe haber una placa de la vergüenza”

El comunicador sostuvo que, cuando el recinto sea inaugurado, además de la placa institucional correspondiente, debería colocarse otra que reconozca el error.
Ahí debe haber una placa de la vergüenza, diciendo: ‘Aquí botamos 3,000 millones de pesos innecesariamente’. Porque eso fue exactamente lo que ocurrió”, expresó.

Martínez Pozo enfatizó que no critica el trabajo realizado por el Ministerio de la Vivienda y Edificaciones (MIVED) para concluir el proyecto, sino las decisiones que mantuvieron cerrado el recinto durante tanto tiempo. “El MIVED hizo su labor, no estoy cuestionando eso. La vergüenza es haber permitido que una infraestructura terminada se destruyera por una investigación que pudo hacerse sin paralizar nada”.

No se opone a la investigación, pero rechaza el manejo

El periodista aclaró que no se opone a que el Ministerio Público investigue presuntas irregularidades en la construcción original del centro penitenciario, pero cuestionó la forma en que se actuó.
Usted puede hacer diez mil investigaciones,” dijo. “Lo que no puede es tomar una inversión del pueblo dominicano y simplemente cerrarla durante años, hasta que a alguien se le ocurra reabrirla. La investigación no obligaba a dejar todo abandonado”.

A su juicio, el costo del retraso supera con creces cualquier posible recuperación económica o sanción derivada del proceso judicial. “Lo que se ha gastado ahora triplica lo que se habría podido recuperar con las supuestas violaciones”, apuntó.

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Nuevo Centro de Corrección y Rehabilitación Las Parras. Foto/fuente externa

Un llamado a la prudencia: “Ahí no hagan ninguna fiesta”

Martínez Pozo también criticó la intención de realizar un acto protocolar para inaugurar la primera etapa de Las Parras, en medio de una crisis penitenciaria marcada por una sobrepoblación del 157 %.
Ahí no hagan ninguna fiesta. No hagan ningún acto si quieren. Pongan eso a funcionar y punto. Lo que debería hacerse es ocultar que votamos 3,000 millones de pesos innecesariamente”, sentenció.

El comunicador recordó que el sistema penitenciario está saturado, con recintos como La Victoria, diseñada para 213 internos y actualmente con 4,968, o Najayo Hombre, que duplica su capacidad. Por eso, consideró positivo que Las Parras finalmente entre en operación, aunque lamentó que el país haya pagado un precio tan alto para llegar a ese punto.