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El comunicador Julio Martínez Pozo afirmó que la actuación del Comité de Ética del Poder Judicial terminó por “abochornar” al juez Rigoberto Sena, quien conoció la medida de coerción en el caso de presunto fraude en el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa), al emitir una resolución que cuestiona severamente el contenido de sus motivaciones.
Martínez Pozo se refirió a la decisión del Comité, que estableció que el magistrado incurrió en reflexiones impropias del ámbito judicial al incluir referencias ajenas al proceso. “El Comité de Ética del Poder Judicial consideró que las alusiones realizadas por el juez Rigoberto Sena a pasajes bíblicos, a escritos del patricio Juan Pablo Duarte y a otros autores no forman parte del ámbito deliberativo del proceso, por lo que dichas consideraciones resultan ajenas al conocimiento de una medida de coerción”, señala el documento oficial.
"El organismo consideró que los comentarios del magistrado no fueron prudentes", dijo el comentarista, agregado que “el Comité de Ética del Poder Judicial consideró que las alusiones realizadas por el juez Rigoberto Sena a pasajes bíblicos, a escritos del patricio Juan Pablo Duarte y a otros autores no forman parte del ámbito deliberativo del proceso, por lo que dichas consideraciones resultan ajenas al conocimiento de una medida de coerción.”
En la resolución número 01-2025, de fecha 22 de diciembre, el Comité de Comportamiento Ético aclaró que su intervención no tiene fines sancionadores, sino un carácter orientador y preventivo, como parte de su función de supervisar la conducta de los jueces conforme a los principios establecidos en el Código Iberoamericano de Ética Judicial. En ese contexto, el organismo explicó que la recriminación se limitó a advertir sobre la falta de prudencia del magistrado al incorporar reflexiones que no guardaban relación con el análisis jurídico requerido.
Asimismo, el Comité precisó que los señalamientos cuestionados constituyen opiniones obiter dicta, es decir, expresiones accesorias que no inciden directamente en el objeto procesal examinado. La resolución también recoge que el propio juez Sena se define como un apasionado del derecho y la ética judicial, que evita la exposición pública y no disfruta del protagonismo mediático.
“El juez no está para establecer culpabilidades ni para emitir juicios morales o políticos, sino para garantizar que los imputados se sometan al proceso sin evadir ni obstaculizar la investigación”, sostuvo el analista, quien también cuestionó el uso de citas bíblicas, referencias históricas y valoraciones ajenas al proceso judicial.
Martínez Pozo señaló que la reprimenda del Comité de Ética confirma que esas reflexiones fueron improcedentes y ajenas al ámbito deliberativo, aunque advirtió que el daño institucional ya estaba hecho. “Ese comportamiento habla mal de la justicia dominicana y de la comprensión que algunos jueces tienen de su función”, afirmó, al tiempo de expresar su esperanza de que hechos similares no se repitan.
En la segunda parte de su comentario, y a propósito de la Nochebuena, Martínez Pozo se adentró en una reflexión sobre el papel histórico del cristianismo y su influencia en valores fundamentales de la civilización occidental, alejándose del fanatismo religioso y abordando el tema desde una perspectiva filosófica y cultural.
Citó al pensador Jürgen Habermas, quien atribuye al legado judeocristiano conceptos como los derechos humanos, la democracia, la dignidad individual y la solidaridad social. También recordó planteamientos del intelectual Thomas Sowell, quien destaca que fue en Occidente donde por primera vez se cuestionó seriamente la legitimidad de la esclavitud, proceso que eventualmente condujo a su abolición.
Martínez Pozo explicó cómo el cristianismo logró abrirse paso entre complejas interpretaciones bíblicas, desde el papel decisivo de Pablo de Tarso en su universalización, hasta los debates teológicos de los primeros padres de la Iglesia sobre la relación entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Asimismo, resaltó las contribuciones de figuras como Ireneo y Orígenes, quienes sentaron las bases para una fe estructurada en reglas claras y una lectura alegórica de los textos sagrados, evitando interpretaciones literales que resultarían contradictorias o inviables en la práctica.
El comunicador concluyó señalando que estas reflexiones, compartidas en una fecha cargada de simbolismo espiritual, invitan a mirar la Navidad no solo como una celebración festiva, sino como un espacio para el pensamiento crítico, el equilibrio moral y la comprensión profunda de los valores que han moldeado la sociedad contemporánea.