Martínez Pozo considera secuestro y ejecución de Jesús de Galíndez llevó a Trujillo a la tumba

Julio Martínez Pozo reflexiona sobre el ajusticiamiento de Trujillo, destacando que los participantes tenían razones personales y directas, más allá de lo difundido históricamente.

"¿Por qué matamos al Jefe?", se pregunta el comunicador Julio Martínez Pozo, al recordar que este viernes 30 de mayo se cumplen 64 años del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.

Para el coordinador del programa El Sol de la Mañana, que se transmite por RCC Media, las causas reales que llevaron a la muerte del tirano no son las que comúnmente se han difundido a lo largo de la historia. Señala que quienes participaron en el ajusticiamiento contra Trujillo esa noche del 30 de mayo tenían motivaciones muy personales y directas.

“Lo que llevó a Trujillo a la tumba fue el secuestro de Jesús de Galíndez y las cosas que surgieron a partir del secuestro de Jesús de Galíndez y otros hechos personales. Los que mataron a Trujillo no mataron a Trujillo porque mató a las hermanas Mirabal, mataron a Trujillo porque Trujillo había adquirido deudas de sangre y de honor de manera directa con ellos mismos”, afirmó Martínez Pozo.

El comunicador explicó que "Trujillo manda a secuestrar a Jesús de Galíndez en New York por razones personales, porque Jesús de Galíndez había planteado que Ramfis no era hijo de Trujillo".

Recordó que entre los participantes en el ajusticiamiento estaban Antonio de la Maza, Antonio Imbert Barrera, Amado García Guerrero, Salvador Estrella Sadhalá, Huáscar Tejeda Pimentel, Pedro Livio Cedeño y Roberto Pastoriza, quienes, según reiteró, tenían razones muy personales para matar a Trujillo.