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El coordinador de El Sol de la Mañana, Julio Martínez Pozo, cuestionó la forma en que el Congreso Nacional ha manejado la reforma al Código Procesal Penal (CPP), en el que, según dijo, los legisladores pusieron esta reforma, junto al Ministerio Público como un servicio a la carta.
Martínez Pozo sostuvo que el país tenía tiempo suficiente para mejorar el CPP, sin embargo, los legisladores “no le pusieron la mano” y terminaron improvisando en las semanas finales, sin el rigor de forma mandatario.
“Ellos se trancan con el Ministerio Público y colocan la reforma como un servicio a la carta. ¿Qué es lo que usted quiere? Bueno, yo lo que quiero es tapar mi ineficiencia”, afirmó.
El analista explicó que el Código ya otorga cuatro años al Ministerio Público para articular una investigación. Señaló que la estructura actual premia la prolongación de los procesos, generando una “muerte civil” para los imputados mantenidos en largos periodos sin juicio.
“Una persona sin cuentas de banco, sin transacciones y viviendo prácticamente de favores desaparece de la vida”, planteó al criticar que ahora se busque extender indefinidamente los plazos mediante nuevas maniobras legales. En su opinión, eso crea condiciones para que cualquier ciudadano pueda ser perseguido “por sécula séculorum, sin ningún límite a sus derechos”.
Martínez Pozo advirtió que esta reforma configura “un estado leviatánico”, contrario a los principios de una sociedad democrática. “Ven, cógete más poderes… convierte tus poderes en indefinidos para que al que a ti te dé la gana desapareció de la vida”, expresó, al insistir en que la ley debe limitar el poder estatal y no ampliarlo.
El coordinador de El Sol de la Mañana también alertó que algunos sectores impulsan estos cambios bajo el entendido de que siempre perseguirán a sus adversarios políticos, sin prever que ellos mismos podrían ser los próximos afectados. “Los que votaron por eso no saben que son los próximos perseguidos”, sentenció.
A su juicio, el Congreso busca desentenderse de los numerosos legisladores investigados por narcotráfico u otros delitos, tratando de proyectar una imagen de compromiso con la justicia, aun si ello implica “pisotear el estado de derecho”.
Durante el debate, Martínez Pozo citó fragmentos del discurso del diputado por La Romana, Eugenio Cedeño, quien reconoció el deterioro de la imagen del Congreso. “Hemos perdido calidad. Hemos perdido imagen y cada día contribuimos más a disminuirla”, dijo el legislador, al comparar el ambiente congresual con géneros teatrales como la tragedia, la farsa y el teatro del absurdo.
El diputado del Partido Revolucionario Moderno (PRM) insistió en que la interrupción solo debe proceder cuando un juez imponga efectivamente la medida, no cuando el fiscal simplemente la solicite.
“No es verdad que a un fiscal de mala fe le podemos dar un poder desmesurado de esa naturaleza”, expresó ante el hemiciclo.
Cedeño aseguró que algunos cambios aprobados previamente fueron revertidos por presiones externas. “Nos detienen aquí cuatro horas… y vienen a traer la receta de decir: ‘Hay que cambiarlo porque no le conviene al procurador de nuevo’”, denunció, llamando a los legisladores a “respetarse por un día” y actuar con criterio propio.
Martínez Pozo concluyó que este episodio refleja un preocupante deterioro institucional. En su análisis, el Congreso no solo evade su responsabilidad, sino que además entrega al Ministerio Público “poderes indefinidos” que podrían comprometer gravemente las garantías fundamentales en República Dominicana.