Durante su audiencia de confirmación como nominado del presidente electo Donald Trump para liderar la diplomacia estadounidense, Marco Rubio destacó la compleja situación en Haití y descartó que una intervención militar por parte de Estados Unidos sea la solución para restablecer la seguridad en ese país.
Además, advirtió que esta crisis representa un riesgo significativo para la estabilidad de la República Dominicana.
"No creo que nadie pueda decirte que tiene un plan maestro para arreglar eso de la noche a la mañana", afirmó Rubio refiriéndose a Haití. Explicó que la solución debe centrarse en lograr estabilidad y seguridad de base, algo que, según él, no será posible a través de una intervención militar estadounidense.
En su lugar, propuso que los socios internacionales, especialmente aquellos del hemisferio occidental, desempeñen un papel activo en proporcionar el apoyo necesario para alcanzar este objetivo.
Rubio también señaló el impacto negativo de las bandas armadas que operan en Haití. Según él, estas organizaciones "han desestabilizado no solo a Haití, sino que han amenazado con desestabilizar a la República Dominicana" y han agravado "la presión migratoria" en países como Estados Unidos, Bahamas y otros lugares de la región.
Marco Rubio ya se ha pronunciado a favor de la República Dominicana en su lucha para reducir el flujo migratorio desde Haití y expresó su rechazo a los intentos de la comunidad internacional para cargar al país con la responsabilidad de los migrantes haitianos, que abandonan su país debido a la grave crisis.
"El presidente Luis Abinader ha dejado claro que protegerá la soberanía dominicana imponiendo las deportaciones. Sin embargo, la Administración Biden, influenciada por grupos radicales de izquierda como Amnistía Internacional, están instando a que acepte a tres millones de haitianos en cualquier momento", opinó Rubio en un artículo publicado en Diario Libre.
La mañana del miércoles el floridano respondió a las preguntas del Comité de Relaciones Exteriores, encargado de darle visto bueno para dirigir el Departamento de Estado, entre ellas su opinión sobre lo que considera posible para solucionar la crisis en algunos países de la región, entre ellos Haití.
El político de origen cubano dijo que la situación en Haití se debe a que "no hay legitimidad de la autoridad", por lo que considera la seguridad como un eje importante que, una vez alcanzada, pueda llevar a la celebración de elecciones y al establecimiento de órganos gubernamentales que permitan la creación de un Estado-nación que garantice la permanencia de la estabilidad.
"Pero va a llevar mucho tiempo y lo digo con tristeza en mi corazón", dijo Rubio, que agregó que "no hay respuesta fácil" para la situación "globalmente compleja" que azota al territorio haitiano.
El senador floridano por más de 10 años destacó a los policías kenianos "por estar dispuestos a asumir" la misión de apoyo desplegada en Haití con el objetivo de ayudar a la policía haitiana en la lucha contra las pandillas.
El político también reconoció a los policías haitianos por ser "extraordinariamente valientes" en su lucha contra las bandas armadas, a pesar de ser superadas en armamento y número.
El hijo de exiliados cubanos fue presentado hoy por uno de los miembros del comité al que perteneció en sus años en el Senado estadounidense como "alguien que se va a preocupar por Venezuela, Cuba, Haití y Nicaragua", al tiempo que se destacó que son temas a los que Rubio se ha referido en el pasado.
La nominación de Marco Rubio para el Departamento de Estado es una de las propuestas de Donald Trump que tiene el camino más despejado hacia la confirmación. De lograr los votos necesarios para ello, Rubio se convertiría en el primer latino en dirigir la política exterior de los Estados Unidos.
Se espera que Rubio obtenga el apoyo no solo de los republicanos sino también de los demócratas que lo consideran una elección "responsable" para representar a Estados Unidos en el extranjero. Muchos esperan que sea uno de los primeros en ser aprobados del gabinete de Trump.