
Cuando el reloj marcó la 9:40 de la noche en el escenario se vislumbraron las lentejuelas del traje negro con el que Manny Cruz subía. Al fondo una escenografía tropical, de íconos y colores que evocaban la dominicanidad.
"Soy un hombre divertido, yo no sé lo que es tristeza, yo no sé lo que es llorar, y cuando llego a una fiesta, yo me pongo a disfrutar", canción popular de Wilfrido Vargas marcó el inicio de un set en el que el cantante de merengue rindió homenaje al merengue de los 80´. Cuatro minutos más tarde bailó y cantó con, "Las dueñas del swing", de los Hermanos Rosario.
Con el espectáculo 2080, celebrado en el Teatro la Fiesta del Hotel Jaragua, Manny Cruz dijo que rendía un merecido tributo a la "los años dorados del merengue", años en los que dijo se produjeron y popularizaron canciones emblemáticas para esta y las siguientes generaciones.
"Unos años maravillosos para nuestro merengue y todo lo que el señor me está dando en estos momentos es gracias a ese merengue", dijo el merenguero.
"Una son de cal y otra son de arena", rememoró Manny que fue la canción que interpretó al darle el primer show privado a su madre, en sus años de primera infancia. Con esto introdujo uno de los momentos emotivos de la noche, "para que estemos completo un gran maestro", y pidió un aplauso para que Dioni Fernández subiera al escenario.
Desde el piano el maestro le acompañó para decir: "Fiesta y fiesta, que siga la fiesta, vamos a darle fiesta a esta gente hasta la amanezca".
Dionis Fernández también dedicó palabras de elogios para Manny Cruz, de quien dijo: "Este muchachito, pendejamente, se ha comido los caramelos, el artista nuevo del merengue… se ha echado el merengue en sus hombros".
Más tarde llegó el homenaje a July Mateo (Rasputín), otro de los legendarios del merengue, fallecido en el año 2018.
Indicando hacia el cielo, en señal que desde allá lo vea y reciba, Manny Cruz, junto a sus músicos, llenó el Teatro a rito de: "Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida".