Maduro pide a Trinidad y Tobago evitar que EE. UU. “meta una guerra en el Caribe”

Maduro acusa a EE. UU. de fomentar el odio para enfrentar a pueblos cercanos. Marchas en Venezuela respaldaron su mensaje, y Caracas declaró "persona non grata" a la primera ministra de Trinidad y Tobago.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, hizo este miércoles un llamado al pueblo de Trinidad y Tobago para que evite que Estados Unidos provoque un conflicto armado en el Caribe, luego de que el país insular recibiera el domingo un destructor de la Armada estadounidense, en medio del reciente despliegue militar norteamericano en la zona.

Somos hermanos, unámonos para la paz, no permitan que los gringos metan una guerra en el Caribe. Aquí están nuestras manos de hermanos, Trinidad y Tobago, pueblos unidos”, expresó Maduro durante un acto transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).

Relación

El líder chavista abogó por una relación de “buena vecindad y cooperación” entre ambas naciones, que comparten apenas 11 kilómetros de distancia marítima en su punto más cercano, e insistió en la necesidad de fortalecer los lazos “para el desarrollo, la prosperidad y la paz”.

Sin embargo, Maduro acusó al Gobierno de Estados Unidos de intentar “sembrar la cizaña, la intriga, el odio y la xenofobia” con el propósito de enfrentar a pueblos vecinos que siempre han convivido en armonía.

Movilizaciones chavistas en apoyo al mensaje

El mandatario destacó que el martes se realizaron marchas masivas en los estados orientales de Sucre y Delta Amacuro, los más próximos a Trinidad y Tobago, con el objetivo de enviar un mensaje “de hermandad y paz” al pueblo trinitense.

Asimismo, en Caracas, miles de simpatizantes del chavismo salieron a las calles en respaldo al discurso del presidente. Durante la manifestación, algunos portaban carteles con imágenes de la primera ministra trinitense Kamla Persad-Bissessar, acompañadas de insultos y símbolos ofensivos.

Estas protestas se produjeron un día después de que la Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el oficialismo, declarara “persona non grata” a Persad-Bissessar, acusándola de “formar parte de un plan sistemático para agredir y atentar contra la soberanía venezolana”.