El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, acordaron este jueves en Belém reforzar la cooperación policial para combatir el crimen organizado transnacional en la región amazónica, informó el Gobierno brasileño.
Lula se reunió con Macron en los márgenes de la cumbre climática de la ONU (COP30), celebrada en la ciudad amazónica, para discutir temas de interés común como la seguridad fronteriza en los 730 kilómetros que separan Brasil de la Guayana Francesa, según un comunicado oficial.
El mandatario brasileño invitó a Macron a designar un agregado que participe en las actividades de inteligencia del Centro de Cooperación Policial Internacional de la Amazonía, inaugurado en septiembre en Manaos.
Entre los delitos que este centro busca combatir están el narcotráfico, la tala ilegal y la minería ilícita, actividades controladas por poderosas facciones brasileñas como el Comando Vermelho y el Primer Comando de la Capital (PCC), que en los últimos años han expandido su influencia en la región amazónica.
Este fortalecimiento de la cooperación binacional pretende frenar el avance de redes criminales que amenazan la estabilidad de las comunidades fronterizas y el equilibrio ambiental del bioma amazónico.
Más allá de los temas de seguridad, Lula expresó su expectativa de firmar el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur antes de que finalice el año. Sin embargo, el Gobierno francés se ha mostrado reticente, principalmente por la oposición del sector agrícola galo.
Los líderes también abordaron la reciente creación del Fondo Bosques Tropicales para Siempre (TFFF), al que Francia anunció una contribución de 500 millones de euros, reforzando así su compromiso con la protección ambiental y la cooperación internacional en materia climática.
La cooperación entre Brasil y Francia en temas de seguridad y medioambiente tiene una larga trayectoria marcada por el interés común en la protección de la Amazonía y el control de su frontera compartida, especialmente en la Guayana Francesa.
Desde hace más de una década, ambos países han firmado acuerdos bilaterales para el intercambio de información policial y la prevención del crimen organizado, dada la presencia de redes dedicadas al narcotráfico y la minería ilegal en la zona fronteriza.
En los últimos años, la región amazónica ha experimentado un aumento de actividades ilícitas, impulsado por el crecimiento del comercio ilegal de oro, madera y drogas. Estas acciones han afectado no solo la seguridad local, sino también el ecosistema amazónico, considerado uno de los pulmones ambientales del planeta.
Ambos países han coincidido en foros multilaterales, como la ONU y el G20, en la importancia de coordinar esfuerzos frente a amenazas comunes, incluyendo el cambio climático, la deforestación y la expansión del crimen organizado en territorios amazónicos.