
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, calificó como “una matanza” la reciente operación policial en Río de Janeiro que dejó 121 muertos, entre ellos 117 presuntos delincuentes y cuatro agentes, y reclamó una investigación para esclarecer lo ocurrido.
“Hubo una matanza y creo que es importante verificar en qué condiciones ocurrió”, declaró Lula durante una entrevista con agencias internacionales, entre ellas AFP, desde la ciudad de Belém. “Hasta ahora solo tenemos la versión del gobierno estatal, y hay gente que quiere saber si todo sucedió como dicen”, añadió el mandatario.
La operación, ejecutada el pasado martes contra el Comando Vermelho, uno de los principales grupos criminales del país, se desarrolló en dos complejos de favelas de Río de Janeiro bajo órdenes del gobernador Claudio Castro, quien la calificó como “un éxito” en el combate al “narcoterrorismo”.
Sin embargo, las imágenes de decenas de cuerpos alineados en las calles tras la intervención generaron indignación dentro y fuera del país. Organizaciones de derechos humanos y la ONU exigieron una investigación inmediata sobre el operativo.
Lula, que había evitado pronunciarse directamente sobre el número de víctimas, reiteró su llamado a una acción coordinada entre autoridades federales y estaduales en materia de seguridad pública. Pese a las críticas de parte de su electorado por supuesta laxitud frente al crimen, el presidente aprobó el jueves una ley que refuerza el combate al crimen organizado.