
El lanzador Luis Ortiz compareció en una corte federal de Boston este lunes, donde enfrentó los graves cargos por apuestas deportivas. Las acusaciones también vinculan a su compañero, el relevista Emmanuel Clase. Ambos atletas jugaron para los Guardianes de Cleveland la pasada campaña.
Además, el juez ordenó a Ortiz evitar el contacto con cualquier persona que la corte considere víctima, testigo o coacusada en el caso; esto incluye a Clase.
Las autoridades de Estados Unidos esperan que Clase, quien se encuentra en República Dominicana, se presente ante la corte. Si Clase no comparece, el derecho de los Guardianes corre el riesgo de que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos solicite su extradición, gracias a un acuerdo vigente sobre ese tema.
La interrogante que de inmediato surge para muchos es: ¿qué lleva a unos atletas con salarios privilegiados —Ortiz tuvo un salario de 782,600 dólares y Clase, con tres visitas al Juego de Estrellas, gana 4,900,000 dólares— a verse involucrados en un caso de este nivel?
Los Guardianes de Cleveland prohíben a Emmanuel Clase lanzar en Venezuela.
Los jugadores enfrentan penas de hasta 65 años de prisión. Las autoridades los acusaron de: conspiración para cometer fraude electrónico (no más de 20 años); lavado de dinero (no más de 20 años); conspiración para influir en competiciones deportivas (hasta 20 años), y soborno (hasta 5 años).