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El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, sostuvo que la forma en que la sociedad occidental trata el aborto evidencia una tendencia preocupante.
Señaló que “la normalización del aborto hace el juego y expresa la normalización del darwinismo social que el capitalismo dominante impone”, al advertir sobre los riesgos de trivializar una práctica que, según afirmó, se ha vuelto rutinaria.
Argüello lamentó que “la sociedad occidental ha escondido completamente la cuestión del aborto bajo la alfombra” y recordó que cada año se registran 73 millones de interrupciones del embarazo en el mundo y cerca de 100.000 en España. Para el arzobispo, estas cifras muestran una realidad que se ha asumido sin el debido debate ético.
En su intervención, el presidente de la CEE aseguró que se ha llegado “a un punto de extrema irracionalidad en materia de la bioética al servicio de la biopolítica”, al considerar incoherente que la legislación proteja determinadas formas de vida y permita simultáneamente la interrupción del embarazo.
Para ilustrar su planteamiento, Argüello expuso que “en un mismo hospital es posible que un grupo de médicos esté decidido a salvar la vida de un bebé de 5 meses” mientras que, en una sala contigua, se practique un aborto a un feto de la misma edad gestacional. A su juicio, este contraste refleja contradicciones profundas en la normativa actual.
El arzobispo también cuestionó que la ley castigue con sanciones severas la destrucción de huevos de especies protegidas, al tiempo que permita abortar fetos con síndrome de Down hasta etapas avanzadas del embarazo. Consideró que estas diferencias legislativas abren un debate necesario sobre los criterios de protección de la vida.
Argüello reiteró que la CEE mantendrá su postura crítica respecto al aborto e insistió en que la discusión debe abordarse desde fundamentos éticos y no desde la lógica de la conveniencia o la indiferencia cultural. Según dijo, el desafío es llevar este debate al centro de la reflexión pública.