Luego del retiro de Trump, líderes del G7 intentan salvar su cumbre

Los seis líderes restantes del Grupo de los Siete (G7) intentaban demostrar este martes en el último día de su cumbre que el club de naciones ricas todavía tiene la influencia para moldear eventos mundiales, a pesar de la marcha anticipada del presidente Donald Trump.

El primer ministro de Canadá, Mark Carney, y sus homólogos de Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón se reunirían con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, y el jefe de la OTAN, Mark Rutte, para discutir la implacable guerra de Rusia contra su vecino.

De acuerdo a datos servidos en prensa internacional, líderes mundiales se habían reunido en Canadá con el objetivo específico de ayudar a desactivar una serie de puntos de presión, solo para ser interrumpidos por un enfrentamiento sobre el programa nuclear de Irán que podría escalar de maneras peligrosas e incontrolables. Israel lanzó una campaña de bombardeo aéreo contra Irán el viernes, e Irán ha respondido con misiles y drones.

Trump dejó la cumbre en el balneario de Kananaskis en las Montañas Rocosas canadienses un día antes, tarde el lunes, diciendo: “Tengo que regresar, es muy importante”. Esto ocurrió mientras el conflicto entre Israel e Irán se intensifica y el líder de Estados Unidos declaró que Teherán debería ser evacuado “inmediatamente”, al tiempo que expresaba optimismo sobre un acuerdo para detener la violencia.

Antes de partir, Trump se sumó a los otros líderes para emitir un comunicado diciendo que Irán “nunca puede tener un arma nuclear” y pidiendo una “desescalada de las hostilidades en Oriente Medio, incluido un alto el fuego en Gaza”. Lograr unanimidad, incluso en un comunicado breve y de redacción amplia, fue un modesto éxito para el grupo.

En la cumbre, Trump advirtió que Teherán debe frenar su programa nuclear antes de que sea “demasiado tarde”. Dijo que los líderes iraníes “querrían hablar”, pero ya habían tenido 60 días para llegar a un acuerdo sobre sus ambiciones nucleares y no lo hicieron antes de que comenzara la campaña aérea israelí. “Tienen que hacer un trato”, afirmó.