x
Síguenos
Denuncias aquí (809) 762-5555

Los cardenales se reúnen en el Vaticano para elegir la fecha del cónclave

Lina Bautista
Lina Bautista
28 abril, 2025 - 7:13 AM
6 minutos de lectura
Papa Francisco
Italia
Escuchar el artículo
Detener el artículo

Después del solemne funeral del papa Francisco, al que asistieron cerca de 220 cardenales de los 252 que forman el colegio cardenalicio, los en un tiempo llamados “príncipes de la Iglesia” acudirán en sesiones de mañana y tarde al aula del sínodo, el espacio utilizado para las asambleas de la Iglesia católica, para, como primer punto, ya incluso mañana, acordar una fecha para el cónclave.

Las reglas son claras: tras los “novendiales”, los nueve días de luto con misas en San Pedro por el papa Francisco, que comenzaron este sábado con su funeral, la fecha del cónclave tiene que fijarse a partir del 5 de mayo y hasta el 10, para respetar los 20 días máximos tras la muerte del pontífice, como modificó Benedicto XVI para acelerar el proceso.

La elección de la fecha dependerá de la presencia de todos los cardenales electores en Roma, que son 133, ya que se han producido dos bajas por motivos de salud: el español Antonio Cañizares y el bosnio Vinko Puljić.

En estas primeras tomas de contacto antes del funeral, los cardenales procedentes de 71 países diferentes reconocen que han tenido poco tiempo para conocerse y por eso lo necesitan para familiarizarse, conocerse, comparar opiniones e identificar posibles candidatos.

De los 133 que entrarán en la Capilla Sixtina, un total de 108, un 80 por ciento, han sido elegidos por el papa Francisco en sus 12 años de pontificado y 10 consistorios, pero esto no indica que sean todos “bergoglianos”: muchos de ellos no se han visto en su vida porque llegan de lugares tan periféricos como Mongolia, Irán o Papúa Nueva Guinea y proceden de realidades muy diferentes y con ideas completamente divergentes.

Aquí entrarán en juego los llamados “hacedores de reyes”, un término que los cardenales odian “porque no estamos eligiendo a un rey”, como explicó en una rueda de prensa el cardenal Reinhard Marx, de 71 años. Sin embargo, es cierto que se trata, como él mismo, de los más experimentados del colegio cardenalicio y capaces de aglutinar consensos hacia un candidato.

“No creo que los nueve días de las ‘novendiales’ sean suficientes”, dice un anónimo cardenal al diario “La Repubblica”, anticipando que los purpurados están muy divididos y que serán días muy intensos.

Aunque Marx también vaticinó que el cónclave durará pocos días.

La importancia de las congregaciones quedó patente en la elección de Jorge Bergoglio. El momento decisivo fue el 9 de marzo de 2013, tres días antes de que los electores entraran en la Capilla Sixtina, cuando el entonces cardenal de Buenos Aires se puso de pie y pronunció un discurso que duró algunos minutos.

El discurso, que debería haber sido confidencial, como todo lo que ocurre en las congregaciones, se filtró porque el cardenal cubano Jaime Ortega, emocionado por estas palabras, pidió al arzobispo de Buenos Aires el texto.

“La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las existenciales”, dijo Bergoglio en un discurso casi programático que entusiasmó, sobre todo, a los cardenales no italianos.

Cardenal Pietro Parolin: nacido en Italia el 17 de enero de 1955, ha sido secretario de Estado de Francisco desde 2014. Veterano diplomático del Vaticano, supervisó el controvertido acuerdo de la Santa Sede con China sobre el nombramiento de obispos y estuvo involucrado —aunque no acusado— en la inversión fallida del Vaticano en una empresa inmobiliaria en Londres, que condujo a un juicio de otro cardenal y otras nueve personas en 2021.

Cardenal Reinhard Marx: nacido en Alemania el 21 de septiembre de 1953, el arzobispo de Múnich y Freising fue elegido por Francisco como asesor clave en 2013.

Cardenal Luis Tagle: nacido en Filipinas el 21 de junio de 1957, parecería ser el elegido de Francisco para convertirse en el primer papa asiático. Francisco trajo al popular arzobispo de Manila a Roma para que encabezara la oficina de evangelización misionera del Vaticano.

La primera dificultad que tendrán que afrontar desde mañana los cardenales será la cuestión de la participación o no de Angelo Becciu, a quien Francisco quitó los privilegios de purpurado por su implicación en un escándalo financiero —por el que ha sido condenado—, pero él insiste en que conserva las prerrogativas de entrar en el cónclave.

Los medios han hablado de dos cartas que mostró el secretario de Estado, Pietro Parolin, en las primeras congregaciones, firmadas por Francisco, en las que indicaba que Becciu no podía participar en el cónclave, pero que nadie ha confirmado.

Su insistencia obligará a los purpurados a votar en secreto si admitir o no en la Sixtina a Becciu, que fue un potente sustituto de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado y prefecto de la Causa de los Santos.

Más Vistas