Líderes del G7 se reúnen en Canadá para definir estrategias de apoyo a Ucrania y aumentar presión sobre Rusia

Los ministros de Asuntos Exteriores del G7 iniciaron este martes en la ciudad canadiense de Niágara una reunión clave centrada en el conflicto en Ucrania, con el objetivo de mantener una posición unificada frente a Rusia y explorar nuevas vías para sostener la asistencia a Kiev, en un momento en que las negociaciones de paz permanecen estancadas y se intensifican los ataques rusos contra la infraestructura ucraniana.

El encuentro reúne a los jefes diplomáticos de Alemania, Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Japón y Estados Unidos, junto a representantes invitados de Sudáfrica, Australia, Brasil, India, México, Corea del Sur y Arabia Saudita, reflejando el esfuerzo del bloque por ampliar el diálogo más allá de las economías avanzadas.

“Para Canadá, es importante favorecer una conversación multilateral, en especial en este momento tan volátil y complicado”, declaró la ministra de Exteriores canadiense y anfitriona de la cumbre, Anita Anand, durante una conferencia previa a la apertura oficial.

Aunque se espera la publicación de un comunicado conjunto, Anand advirtió que no se prevén avances concretos sobre la guerra en Ucrania, que continúa marcada por una ola de ataques rusos contra la infraestructura energética del país, agravando los problemas de suministro eléctrico de cara al invierno.

Entre los principales puntos en la agenda figura el uso de activos rusos congelados como posible fuente de financiamiento para Ucrania, una medida que ha sido debatida en cumbres anteriores sin resultados definitivos. La reunión se produce, además, poco después de que Estados Unidos impusiera nuevas sanciones a las petroleras rusas Rosneft y Lukoil, buscando reducir los ingresos energéticos del Kremlin.

En la última cumbre del G7, el grupo no logró consenso para endurecer su postura contra Moscú pese a la participación del presidente Volodímir Zelensky, lo que añade presión a los líderes actuales para presentar un frente sólido y coherente frente a la prolongación del conflicto.