
El papa León XIV expresó su desacuerdo con la «privatización» de la fe y lamentó que, en el pasado, la iglesia haya sido vista como «una religión moralista y poco atractiva», en un mensaje publicado este lunes para un seminario sobre la familia.
El pontífice destacó que «nuestro tiempo está caracterizado por una creciente búsqueda de espiritualidad, perceptible sobre todo en los jóvenes, deseosos de relaciones auténticas y maestros de vida».
«Lamentablemente, ante esta necesidad, una cada vez más extendida ‘privatización’ de la fe impide a menudo a estos hermanos y hermanas conocer la riqueza y los dones de la iglesia», escribió el papa en su mensaje para un foro del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida.
En este contexto, lamentó que muchas familias «terminan confiando en falsos apoyos» que, al final, les «hacen caer, alejándoles de Dios» como «náufragos en un mar» mundano.
«Son padres, madres, niños, jóvenes y adolescentes a menudo alienados por modelos de vida ilusorios en los que no hay espacio para la fe, a cuya difusión contribuye no poco el uso distorsionado de medios potencialmente buenos, como las redes sociales, pero dañinos cuando vehiculan mensajes engañosos», advirtió.
Por esta razón, León XIV recordó que la misión de la iglesia es «pescar» a esa humanidad para «salvarla de las aguas del mal».
«Cuántas veces, en un pasado quizá no muy lejano, hemos olvidado esta verdad y hemos presentado la vida cristiana principalmente como un conjunto de preceptos que respetar, sustituyendo la experiencia maravillosa del encuentro con Jesús, con una religión moralista, pesada, poco atractiva y, desde varios puntos de vista, irrealizable en la vida cotidiana», cuestionó el papa.
Así, animó a la iglesia a demostrar a los jóvenes que eligen la convivencia «el don» del matrimonio y a explicar a los padres que transmiten la fe a sus hijos que «necesitan una comunidad» para lograrlo.
«Os pido que os unáis a los esfuerzos con los que toda la iglesia va en busca de estas familias que, por sí solas, no se acercan más», terminó el papa.