
LeBron James ganó la noche del jueves un partido crucial para Los Ángeles Lakers ante los Toronto Raptors, pero perdió un récord que sostuvo durante casi 19 años y 1,297 partidos. Aun así, para la superestrella, la decisión fue simple.
En una de sus actuaciones ofensivas más discretas, LeBron cerró el primer cuarto sin puntos y se fue al descanso con solo cuatro. La segunda mitad no fue diferente: apenas sumó otros cuatro tantos. Desde el 5 de enero de 2007, ante los Milwaukee Bucks, el jugador no había anotado menos de 10 puntos en un encuentro.
Sin embargo, con el marcador igualado 120-120 y tres segundos en el reloj, LeBron tuvo en sus manos la oportunidad de extender su racha histórica. Recibió el balón sin marcaje más allá del arco, avanzó hacia la cabecera y enfrentó a Immanuel Quickley. Podía lanzar y mantener viva la marca. En cambio, vio a Rui Hachimura totalmente libre en la esquina izquierda y tomó su decisión.
LeBron entregó el balón. Hachimura lanzó con 1.8 segundos por jugar y encestó el triple que le dio la victoria a los Lakers.
Tras el encuentro, James, de 40 años, explicó su razonamiento con la serenidad de quien ha construido su legado en base a principios claros.
“Es simplemente jugar de la manera correcta. Siempre haré la jugada correcta. Así me enseñaron a jugar y así he jugado toda mi carrera. No lo dudé ni un segundo”, afirmó.
El récord se perdió, pero la victoria se ganó. Y para LeBron, eso sigue siendo lo más importante.