El Gobierno de Haití elevó ayer a al menos 184 el número de fallecidos en la matanza llevada a cabo por una banda armada en Wharf Jérémie, en la zona de Cité Soleil, parte del área metropolitana de Puerto Príncipe y advirtió que se ha cruzado "una línea roja" con esta masacre.
En un comunicado de la Oficina del Primer Ministro, el gabinete condenó con "absoluta indignación la atrocidad cometida en Wharf Jérémie, que ha costado la vida a alrededor de 180 compatriotas indefensos, orquestada por el líder de la banda, Micanor".
"Se ha cruzado una línea roja y el Estado movilizará todas las fuerzas para perseguir y aniquilar a estos criminales. La Justicia golpeará con un rigor ejemplar", asegura la nota del Gobierno, que transmite sus condolencias a las familias de las víctimas.
La pandilla perpetró esta matanza entre el jueves y el sábado pasados, después de que su líder, Micanor Altes, alias "Wa Mikano" ("rey Mikano"), los acusara de haber hecho brujería que resultó en la grave enfermedad de su hijo.
Según informó previamente la organización de derechos humanos CDP-Haití, gran parte de las víctimas, asesinadas con cuchillos y machetes, eran personas mayores de 60 años.
De acuerdo con esta ONG, 'Wa Mikano' consultó a un sacerdote vudú por la enfermedad de su hijo, quien finalmente falleció el domingo. El sacerdote le dijo que los ancianos le habían echado el mal de ojo, lo que provocó la masacre.
Además, la responsable de una fundación que trabaja en Cité Soleil desde hace años confirmó a EFE lo ocurrido y aseguró que el pánico y la tensión reinan en la zona.
Micanor es un poderoso líder de banda que ha controlado durante años una parte del mayor barrio de chabolas de Haití, Cité Soleil, donde las condiciones de vida son inhumanas y carecen de servicios sociales básicos.
El líder armado "gobierna" con mano de hierro el área de Wharf Jérémie.
Ayer el alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, indicó que 187 personas murieron este fin de semana en Haití, con lo que el saldo de personas asesinadas en medio de la violencia se eleva a unas 5,000 este año.
La ONU condena el hecho
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó la violencia continuada de las bandas y la muerte de al menos 184 personas, de entre ellas, 127 ancianos y ancianas, entre el 6 y el 8 de diciembre en Puerto Príncipe, Haití. Según especificó en su rueda de prensa diaria el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, el secretario general expresó sus condolencias a las familias de las víctimas e hizo un llamamiento a las autoridades haitianas para que lleven a cabo una investigación exhaustiva y sus autores sean llevados ante la justicia. Además, Guterres pidió una vez más a los países miembros que proporcionen apoyo a la seguridad, así como apoyo financiero y logístico a la policía de Haití.