El consulado de Venezuela en Lisboa fue blanco de un ataque con una bomba incendiaria, en medio de la creciente tensión política derivada de la reelección de Nicolás Maduro.
Según los reportes, un cóctel molotov fue arrojado contra el edificio, que estaba cerrado al momento del incidente, por lo que no se reportaron heridos.
El gobierno de Portugal, a través de su Ministerio de Asuntos Exteriores, condenó el ataque y anunció que reforzará la seguridad en las instalaciones diplomáticas.
Por su parte, la gestión de Nicolás Maduro atribuyó el acto al «fascismo», sin ofrecer más detalles al respecto.
Medios locales confirmaron que las autoridades policiales están investigando los hechos, mientras la oposición venezolana también se unió a las condenas del acto, calificándolo de inaceptable en cualquier circunstancia.
El Gobierno de Lisboa afirmó que «la inviolabilidad de las misiones diplomáticas debe respetarse en todas las circunstancias».
El ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela, Yvan Gil, denunció el ataque como «fascismo» y agradeció a Portugal su «rápida intervención».
La oposición, a través del grupo Comando ConVzla, rechazó y condenó categóricamente cualquier acto de violencia, y se sumó al llamado que reitera la inviolabilidad y protección de las misiones diplomáticas, destacando la importancia de su resguardo conforme a lo estipulado en el derecho internacional.