Un nuevo estudio sugiere que la radioterapia dirigida podría ser una opción más segura y menos invasiva para tratar ciertos problemas graves de frecuencia cardíaca, como la taquicardia ventricular, en comparación con los métodos convencionales.
El estudio, aunque de tamaño reducido, arrojó resultados prometedores: los pacientes tratados con radiación presentaron menos complicaciones graves y ninguna muerte relacionada con el tratamiento durante un seguimiento de tres años, a diferencia del grupo sometido a ablación, donde se registraron varias muertes y hospitalizaciones.

En contraste, la radioterapia permite destruir el tejido problemático sin necesidad de anestesia ni intervención quirúrgica, lo que reduce considerablemente los riesgos para los pacientes más frágiles.
Según la autora principal del estudio, la Dra. Shannon Jiang, oncóloga radioterápica en la Universidad de Washington, este enfoque puede ser una alternativa valiosa para quienes no responden a tratamientos convencionales o presentan alto riesgo quirúrgico.

El estudio analizó los casos de 43 pacientes con taquicardia ventricular avanzada. La mitad fue tratada con una sola dosis de radiación, y la otra mitad con una nueva sesión de ablación. Ambos tratamientos fueron efectivos para controlar el ritmo cardíaco, pero los efectos secundarios graves y las muertes ocurrieron exclusivamente en el grupo de ablación.
Aunque los resultados iniciales son alentadores, Jiang advierte que se necesita más evidencia. Por eso, actualmente se está desarrollando un ensayo clínico internacional a mayor escala para confirmar los beneficios de la radioterapia en este contexto.
Finalmente, la radiación podría convertirse en una opción terapéutica viable y menos riesgosa para pacientes con trastornos cardíacos complejos, especialmente aquellos que no toleran bien procedimientos invasivos.