
La Feria del Libro de Miami (Miami Book Fair), considerada la más antigua de Estados Unidos, inicia este domingo su 42.ª edición con la participación de cerca de 500 escritores y un marcado enfoque hacia el público hispano. Entre las invitadas destacan Julia Navarro, María Dueñas y Wendy Guerra, además de paneles dedicados a la migración y a la creación literaria desde la diáspora.
El evento, organizado por el Miami Dade College (MDC) y programado del 16 al 23 de noviembre, se caracteriza por su ambiente festivo al aire libre, donde convergen gastronomía, música y actividades culturales. Su directora, Lissette Méndez, explica que la feria busca acercar a las personas a la lectura en un contexto donde los libros compiten con múltiples formas de entretenimiento.
Méndez señala que el encuentro es único en el país porque Miami reúne voces angloestadounidenses, hispanas, latinoamericanas y caribeñas, lo que se refleja en la programación. “Miami es una de las ciudades con mayor presencia hispana en Estados Unidos, y aunque muchos hablen y lean en inglés, aquí también se consume mucha literatura escrita originalmente en español”, comenta en entrevista con EFE.
Por esa razón, el Programa de Autores Iberoamericanos ocupa un rol central como uno de los espacios más importantes para la literatura en español dentro del país. Este año incorpora, además, a Zoé Valdés, Iván Acosta, Legna Rodríguez, Agustín Fernández Mallo, Perla Suez, José Ignacio Valenzuela ‘El Chascas’ y Leire Bilbao.
La cubana Wendy Guerra, radicada en Miami, presentará La costurera de Chanel; la española Julia Navarro dará a conocer El niño que perdió la guerra; y su compatriota María Dueñas abordará su nuevo libro, Por si un día volvemos.
“Nuestro público está compuesto por vecinos de esta ciudad que buscan encontrarse con libros y autores que reflejen sus experiencias, sus países de origen o su lengua principal”, explica Méndez.
La Miami Book Fair destaca como la feria literaria más veterana del país, celebrada desde 1984 y capaz de atraer entre 50,000 y 60,000 visitantes, apoyada por más de 500 voluntarios y un equipo de 23 personas.
Méndez afirma que la programación se ajusta a las inquietudes de la ciudad: “Si algo está teniendo impacto en el mundo, queremos incluirlo para que la gente pueda venir y dialogar sobre ello en persona”.
La feria también funciona como vitrina para escritores radicados en Miami-Dade, condado que alberga cerca de tres millones de habitantes, casi la mitad de ellos inmigrantes. Esto convierte a la ciudad en uno de los espacios más diversos del país y escenario del llamado “realismo noir”.
“Siempre hacemos énfasis en incluir a los autores locales, porque aunque somos una feria internacional, Miami es una ciudad internacional y cuenta con un enorme talento”, añade.
A diferencia de otros encuentros literarios, la Feria del Libro de Miami se distingue por su formato de “block party”, con actividades en calles y terrazas del centro, fiel a su misión de llevar la literatura al mayor número posible de personas.
“Reunimos a toda la comunidad: niños, familias, personas mayores, gente de todas las edades”, resalta Méndez.