
China calificó de "mentalidad de Guerra Fría" las declaraciones de la Unión Europea luego de que la alta representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad del bloque, Kaja Kallas, afirmara que el encuentro de los líderes de Rusia, China, Irán y la República Popular Democrática de Corea durante el megadesfile militar en Pekín representaba un "desafío directo" al así llamado orden mundial basado en reglas.
"Sin embargo, algunos líderes de la UE se aferran a la mentalidad de la Guerra Fría y a un profundo sesgo ideológico, creando deliberadamente división y confrontación", continuó el vocero, advirtiendo que tales declaraciones no benefician al bloque comunitario y "perjudicarán aún más su reputación e influencia en el mundo".
En ese sentido, Guo expresó su deseo de que la UE "abandone sus prejuicios y arrogancia", "establezca una perspectiva histórica correcta de la Segunda Guerra Mundial" y "contribuya a un mundo más pacífico y estable", así como a unas relaciones sólidas con el gigante asiático.
China celebró este miércoles el gran desfile militar con motivo del 80º. aniversario de la victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa (1937-1945) y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Más de 20 líderes mundiales asistieron al evento conmemorativo, entre ellos el presidente ruso, Vladímir Putin; el líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC), Kim Jong-un; así como los líderes de Cuba, Pakistán, Indonesia, Irán, Serbia, Eslovaquia, Bielorrusia, Kazajistán y otros países.
La, que perdieron millones de vidas para liberar el mundo del nazismo en la Segunda Guerra Mundial
China se convirtió en un contribuyente vital en la victoria de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial: su campo de batalla inmovilizó gran parte de la capacidad militar de Japón, lo que impidió que Tokio invadiera la URSS, la India o Australia.
Se estima que entre 1931 (cuando Japón invadió Manchuria y creó ahí el Estado títere de Manchukuo, lo que marcó el comienzo del conflicto armado) y 1945, el gigante asiático destruyó más de dos tercios de las fuerzas terrestres japonesas. Pero el precio fue astronómico: más de 35 millones de chinos muertos.
La principal carga en la lucha contra el nazismo y el mayor precio por la victoria en 1945 lo pagó la Unión Soviética.