La princesa de Gales, Kate Middleton, sorprendió este jueves con un cambio de imagen que no pasó desapercibido: dejó atrás su característica melena castaña para lucir un tono rubio dorado con reflejos cálidos.
Su nueva apariencia acaparó la atención durante la visita oficial al Museo de Historia Natural de Londres, primera actividad institucional de los príncipes de Gales tras las vacaciones de verano.
Aunque el acto estaba centrado en los avances científicos en conservación de la biodiversidad, la reaparición de Kate después de casi dos meses fuera de la vida pública estuvo marcada por su cambio de estilo, que muchos interpretan como un gesto de renovación tras los meses en que afrontó su diagnóstico de cáncer.
El peinado, con ondas amplias y gran volumen, generó especulaciones en redes sobre el posible uso de extensiones o postizos, mientras otros celebraron la decisión como símbolo de optimismo y frescura. Para complementar su look, la princesa optó por un conjunto sobrio y elegante: blazer verde oscuro, camisa blanca, pantalón sastre y mocasines en punta.
La vuelta a la agenda coincide con el inicio del curso escolar de sus tres hijos y con los preparativos para mudarse a Forest Lodge, en Windsor, residencia que se perfila como su nuevo hogar familiar.