
Kilmar Ábrego García, ciudadano salvadoreño residente en Maryland, fue liberado este jueves de un centro migratorio en Pensilvania por orden judicial. La decisión se produjo luego de que una jueza federal determinara que su detención por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se realizó sin autoridad legal.
La jueza Paula Xinis, del estado de Maryland, dispuso la liberación “inmediatamente” de Ábrego García. Su abogado, Sean Hecker, confirmó a EFE que el migrante salió del centro de procesamiento Moshannon Valley, donde permanecía bajo custodia del ICE.
La magistrada concluyó que el salvadoreño “ha permanecido detenido por el ICE para llevar a cabo su expulsión a un tercer país sin que exista una orden de expulsión legal”. Según el fallo, la detención no cumplía con los requisitos legales para sostenerse.
Ábrego García fue deportado en marzo a El Salvador, pese a que un juez estadounidense había prohibido su expulsión. En ese país fue encarcelado en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), una prisión de máxima seguridad. Tras una disputa legal con la Administración de Donald Trump, fue devuelto en junio a Estados Unidos para enfrentar cargos federales.
El Gobierno lo acusa de tráfico de personas y de vínculos con pandillas, señalamientos que el migrante rechaza. Las autoridades buscaban deportarlo a un país africano, al no poder enviarlo de nuevo a El Salvador.
En su decisión, Xinis afirmó que “la conducta de los demandados (el Gobierno de EE. UU.) en los últimos meses desmiente que su detención haya tenido como objetivo fundamental llevar a cabo la expulsión”. Para la jueza, ese comportamiento refuerza que Ábrego García no debía seguir detenido.
Aunque fue liberado de la custodia migratoria, el salvadoreño continúa bajo libertad provisional ordenada por un juez de Tennessee, a la espera de un juicio por tráfico de personas.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, anunció que el Gobierno apelará la decisión. “La Casa Blanca y el Gobierno se oponen al activismo de una juez que, en realidad, actúa como activista judicial”, dijo.
Ábrego García, de 30 años, llegó a EE. UU. siendo adolescente. Tiene esposa e hijos estadounidenses. En 2019, un juez determinó que no podía ser deportado a El Salvador por el riesgo que enfrentaba. Su caso se ha convertido en un referente para organizaciones que critican las políticas migratorias de la Administración Trump.