El director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, expresó este jueves su deseo de retirarse del organismo después de más de 20 años de servicio, motivado por razones de salud y la necesidad de dedicar más tiempo a su familia.
“Hace mucho tiempo que quiero irme del COE y todo el mundo lo sabe”, afirmó el mayor general retirado durante una entrevista en el programa televisivo Hoy Mismo, que se transmite por Color Visión (Canal 9).
Méndez indicó que ya ha comunicado su intención a los ministros de la Presidencia, José Ignacio Paliza, y al Administrativo de la Presidencia, Andrés Bautista. Sin embargo, confesó entre risas que aún no ha tenido el valor de informárselo personalmente al presidente Luis Abinader.
Entre los motivos que lo impulsan a tomar esta decisión, mencionó el deterioro de su salud y su deseo de compartir más tiempo con su familia. “Ya son 20 años y tengo una familia. Tengo un hijo de dos años”, reveló.
El papel que desempeñó en la tragedia del Jet Set.
Méndez también relató su experiencia durante el reciente colapso del techo de la discoteca Jet Set, que dejó al menos 231 muertos y más de 180 heridos. Contó que fue alertado por el asistente del presidente Abinader, Eilyn Beltrán, y que, al llegar al lugar con su casco de protección, encontró los escombros obstruyendo por completo el acceso.
"Yo no quiero recordar eso. Hay situaciones en las que uno se ve envuelto que no hay manera de describir", expresó visiblemente afectado.
En su última rueda de prensa en la zona cero, confesó que se sentía completamente agotado: “Ya no era la misma persona que había llegado en la madrugada del 8 de abril. Llevaba más de 50 horas sin asearme ni cepillarme. Las piernas me dolían muchísimo”.
Como diabético con más de 30 años desde el diagnóstico, señaló que su estado físico y emocional era crítico. “Lo último que le dije al presidente fue: ‘Presidente, necesito una hora para bañarme y descansar, porque si no, voy a colapsar’”.
Finalmente, Méndez atribuyó su fortaleza durante las crisis a su fe. “Era Dios quien hablaba a través de mí. No había forma humana de resistir eso”.