
El economista Juan Ariel Jiménez explicó en El Sol de la Mañana que el Seguro BanReservas opera en dos niveles: el aseguramiento, que es su actividad principal, y el manejo de tesorería, como actividad secundaria. Precisó que en el área de aseguramiento existe un déficit sostenido, que en términos coloquiales puede describirse como un “descuadre” u “hoyo”, ya que la palabra déficit suele percibirse como demasiado técnica.
Indicó que esta situación ha sido compensada con los ingresos generados por la tesorería. Sin embargo, advirtió que, si se excluyen las primas cobradas a clientes que no han presentado siniestros, la operación integral de la empresa podría entrar en una condición de déficit.
Jiménez sostuvo que, en términos técnicos, la aseguradora presenta un déficit sostenido en su actividad principal, lo que en lenguaje coloquial puede describirse como un “descuadre” u “hoyo”. Explicó que esta situación ha sido compensada con ingresos de tesorería, pero advirtió que, si se analiza la operación completa descontando esas entradas, la empresa podría enfrentar dificultades financieras más amplias.
Jiménez aclaró que sus recientes declaraciones y análisis se refieren exclusivamente al Seguro BanReservas y no al Banco de Reservas, tras la circulación de rumores que vinculaban erróneamente sus comentarios con una supuesta quiebra de la entidad bancaria.
Jiménez explicó que su intervención se basó en un ejercicio de debate público responsable, centrado en la necesidad de que las empresas públicas rindan cuentas sobre el uso de recursos de terceros. Detalló que su cuestionamiento surge al observar una caída cercana al 70 % en el beneficio por cada prima cobrada por la aseguradora, un comportamiento que calificó como atípico tras revisar datos históricos desde 2005 y comparar con otras compañías del sector.

"Lamentablemente, señores, y esto lo digo con responsabilidad, tomaron mi video y lo editaron. Le quitaron la palabra seguros", agregó el también maestro.
Indicó que, si bien es normal que una aseguradora registre pérdidas en años con eventos extraordinarios —como ciclones o desastres naturales—, lo que llamó su atención fue la existencia de pérdidas operativas durante tres años consecutivos en la actividad principal de aseguramiento.
En ese contexto, lamentó que fragmentos de sus declaraciones fueran editados y difundidos sin la palabra “seguros”, generando confusión y alimentando el rumor de una supuesta quiebra del Banco de Reservas. Afirmó que revisó los estados financieros del banco estatal y que, con base en esos datos, no identificó elementos que generen preocupación sobre su estabilidad.
Señaló además la presencia de primas cobradas sin reclamaciones y citó como ejemplo el contrato con el Ministerio de Educación para seguros adicionales a estudiantes, cuyo costo anual superaría los RD$500 millones, pese a que los alumnos ya cuentan con cobertura de salud pública o privada.
Finalmente, el economista subrayó que su intención nunca fue alarmar a la población, sino promover un análisis objetivo y transparente. Reiteró que el cuidado de la salud financiera de las entidades públicas recae en los funcionarios que las administran y que aclarar cualquier rumor que pueda afectar la estabilidad del sistema financiero también forma parte de su responsabilidad con el país.
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