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En el marco de la premiación a Juan Luis Guerra, declarado Patrimonio Cultural y Poético de la República Dominicana por el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), el comunicador José Laluz reflexionó en el programa El Sol de la Tarde sobre la evolución de la industria musical y los retos que enfrentan los artistas clásicos ante las nuevas dinámicas digitales.
Laluz comparó las estrategias de difusión musical de figuras como Juan Luis Guerra con las de artistas contemporáneos adaptados a plataformas como TikTok.
“Si ustedes buscan en Instagram o en TikTok un tema de Juan Luis que se haya hecho viral entre los nativos digitales, es muy difícil que no lo encuentren”, comentó Laluz, en respuesta a un análisis de Fafa Taveras sobre la proyección del patrimonio musical dominicano hacia otros mercados, como el asiático.
El comunicador explicó que la nueva lógica de consumo musical se ha transformado en torno a formatos breves y visuales, diseñados para captar la atención inmediata del público joven.
“Ustedes buscan Chicken Teriyaki de Rosalía, de Motomami… ese tema está hecho pensado para TikTok, pensado para un baile de un minuto”, señaló, al destacar cómo la industria se ha adaptado al comportamiento digital de las audiencias.
Laluz subrayó que este cambio no implica una pérdida de calidad artística, sino una transformación en la forma de producción y promoción.
Dijo además, los artistas actuales componen y distribuyen su música bajo parámetros tecnológicos y de consumo rápido, en contraste con épocas en las que predominaban los álbumes completos y la escucha pausada.
A su juicio, cada artista pertenece a una generación marcada por sus propios hábitos culturales y tecnológicos.
“Cada artista tiene su generación”, afirmó, precisando que la diferencia radica en los formatos y en la relación entre la obra y su audiencia.
Finalmente, destacó la figura de Juan Luis Guerra como un ejemplo de trascendencia y autenticidad musical. Recordó que el cantautor surgió “como un joven de clase media que se abrió paso desde su talento y formación”, consolidándose como un referente del merengue y la bachata más allá de las modas y las plataformas digitales.