Las autoridades de Jamaica concentran sus esfuerzos este jueves en reabrir las principales carreteras y atender las emergencias de salud pública y gestión de residuos, luego del devastador paso del huracán Melissa, que dejó al menos cuatro muertos y graves daños en la infraestructura del país.
“Nuestro objetivo inmediato es reabrir las rutas principales, especialmente las que conducen a hospitales e instalaciones críticas”, afirmó el primer ministro Andrew Holness, en un mensaje difundido en sus redes sociales.
Holness, quien declaró a Jamaica como “zona catastrófica”, visitó zonas afectadas en Saint James, donde brigadas municipales, la Policía y los equipos de emergencia trabajan de forma conjunta para limpiar y despejar las vías bloqueadas.
De acuerdo con el ministro de Energía, Telecomunicaciones y Transporte, Daryl Vaz, alrededor de 490,380 clientes —equivalente al 72 % del total nacional— continúan sin servicio eléctrico.
Aunque se restableció la electricidad a más de 52,000 hogares en las últimas 24 horas, más del 70 % de las líneas de transmisión siguen fuera de servicio debido a los daños causados por los fuertes vientos y la caída de árboles.
Por su parte, Robert Morgan, ministro encargado de la coordinación de la recuperación, indicó que 151 carreteras resultaron afectadas, de las cuales 134 permanecen bloqueadas, y explicó que el trabajo avanza lentamente por las precauciones necesarias ante el riesgo del tendido eléctrico caído y la evaluación estructural de los puentes.
El primer ministro informó que la mayoría de los aeropuertos ya reanudaron operaciones, con excepción del Aeropuerto Internacional Sangster en Montego Bay, que sufrió daños en la terminal y el perímetro, aunque la pista y el aeródromo permanecen operativos.
- “Se avanza rápidamente hacia una reapertura gradual”, explicó Holness, asegurando que el transporte aéreo volverá a la normalidad en los próximos días.
El huracán Melissa, que tocó tierra el martes como categoría 5 en el municipio de Saint Elizabeth, provocó inundaciones severas, colapso de carreteras y destrucción de viviendas e infraestructuras públicas.