Los Oklahoma City Thunder atraviesan uno de los inicios más contundentes en la historia reciente de la NBA: 24 triunfos en 25 juegos, con una racha activa de 16 victorias y un último marcador que dejó atónitos incluso a sus seguidores: una diferencia de +49 ante los Phoenix Suns.
Aun así, el equipo muestra la misma energía y ambición en cada noche, sin señales de conformismo.
Jalen Williams, uno de los jugadores de mayor crecimiento en la plantilla, dejó claro que el grupo no se deja llevar por la facilidad con que han llegado algunas victorias. Cuando un periodista le preguntó si tanto ganar podía resultar monótono, respondió sin titubeos:
«Ganar nunca es aburrido».
Recordó que parte del núcleo del equipo vivió momentos completamente opuestos.
«Hubo un tiempo en que ciertos jugadores de este equipo eran apalizados. No quiero dar nombres, pero llegaron a perder de 70. Y eso se les ha quedado en el subconsciente».
Se refería a la histórica derrota 152-79 ante los Memphis Grizzlies en 2021, la más amplia registrada en la NBA. Aunque Williams aún no debutaba en ese momento, varios compañeros —como Luguentz Dort, Shai Gilgeous-Alexander, Aaron Wiggins y Kenrich Williams— estuvieron presentes aquel día.
Para Williams, el enfoque competitivo del equipo es lo que explica su nivel actual.
«Ganar es ganar. Sea la victoria fea o bonita. Hay partidos que ganamos fáciles y no estamos satisfechos y partidos más estrechos en los que nos gusta lo que hacemos».
Esa visión es lo que impulsa a los Thunder a aspirar a hitos logrados en otras épocas por equipos como los Chicago Bulls o los Golden State Warriors. Hasta ahora, mantienen el mejor net rating y el mayor diferencial de puntos en una temporada en toda la historia de la liga.