
La educadora y exministra de Educación, Jacqueline Malagón, destacó que la asignación del 4% del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación fue un paso clave para el país, aunque advirtió que los frutos de esa inversión solo serán visibles si se despolitiza el sector educativo.
Durante sus declaraciones, Malagón recordó su experiencia como titular de la ley 66-97 y señaló que la medida no fue un capricho personal, sino el resultado del trabajo conjunto de un consejo de asesores de expertos en educación, entre los que mencionó a figuras como Radamés Mejía, Rafael Da Mare Toribio, Ramón Morfison y Arelys Rodríguez, quienes acompañaron la iniciativa sin recibir remuneración adicional.
“El 4% no obedeció a un capricho. Fue un esfuerzo colectivo de los cerebros de la educación dominicana, y valió la pena. Traíamos recursos, llegábamos a París con proyectos y regresábamos con 300 millones para invertir en el país”, explicó Malagón.
Sin embargo, la educadora advirtió que la política ha limitado los resultados esperados. Según Malagón, mientras los gobernantes no logren despolitizar la educación, los recursos no podrán traducirse en mejoras significativas en el aprendizaje y la calidad del sistema educativo.

“Mientras no despolitices la educación, no se podrá llegar a ningún sitio”, subrayó, recordando que la inversión por sí sola no garantiza avances sin una gestión educativa profesional y comprometida.
Con estas declaraciones, Malagón enfatiza la necesidad de combinar recursos suficientes con políticas educativas claras y alejadas de intereses políticos, para que la histórica asignación del 4% del PIB cumpla su verdadero propósito de transformar la educación en República Dominicana.