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Más de 200 cocodrilos del Nilo fueron sacrificados por las autoridades israelíes en una granja abandonada situada en un asentamiento de Cisjordania ocupada, luego de que los reptiles desarrollaran comportamientos caníbales y representaran un riesgo para comunidades cercanas.
Según el organismo israelí COGAT, adscrito al Ministerio de Defensa y encargado de los asuntos civiles en los territorios palestinos, los cocodrilos se encontraban en un recinto en malas condiciones, sin acceso suficiente a alimento y sin mantenimiento desde el cierre de la granja en 2013, tras la entrada en vigor de una ley que declaró a esta especie como protegida.
La situación llevó a los animales a comportamientos agresivos y a escapar del recinto, cuya cerca estaba deteriorada. Algunos llegaron a zonas habitadas y reservas naturales, generando alarmas entre las autoridades.
“El lugar representaba un maltrato animal grave y un riesgo significativo para la seguridad pública”, señaló COGAT en un comunicado. El organismo indicó que, tras 12 años sin solución por parte del propietario, se procedió con el sacrificio humanitario de los reptiles.