
El Gobierno de Israel anunció este domingo que permitirá el ingreso de una cantidad limitada de alimentos a la Franja de Gaza, tras más de dos meses de bloqueo total, como parte de una estrategia para evitar una crisis humanitaria que, según fuentes oficiales, podría obstaculizar su actual ofensiva militar.
La decisión fue adoptada, según la oficina del primer ministro Benjamín Netanyahu, por recomendación del Ejército israelí y busca “evitar una hambruna” que comprometería la operación militar “Carros de Gedeón”, actualmente en curso. Esta ofensiva ha intensificado los combates en el enclave palestino y ha provocado cientos de muertos y desplazamientos masivos, según cifras de organismos humanitarios.
El comunicado oficial subraya que se tomarán medidas para impedir que el grupo Hamás controle la distribución de la ayuda, aunque no se especificó ni el mecanismo ni la fecha de entrega. Un plan respaldado por Estados Unidos propone puntos de distribución en el sur de Gaza, bajo vigilancia militar israelí y gestión de una fundación norteamericana, pero esta propuesta ha sido rechazada por la ONU y otras organizaciones, que advierten sobre el riesgo de desplazamientos forzosos y falta de garantías de neutralidad.
El bloqueo impuesto por Israel desde el 2 de marzo ha impedido la entrada no solo de alimentos, sino también de medicinas, combustible y agua potable. Organismos como Unicef han alertado que al menos 60,000 niños en Gaza sufren desnutrición aguda y requieren atención urgente.
Durante la reunión del gabinete, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, se opuso a la medida y criticó la falta de apoyo a los rehenes israelíes aún retenidos en Gaza. A través de la red social X, el funcionario reclamó que los cautivos “no reciben ayuda humanitaria”.
La crisis humanitaria en Gaza continúa profundizándose en paralelo al avance militar, mientras la comunidad internacional mantiene presiones divididas entre la asistencia civil y las operaciones militares.