
Los investigadores del espectacular robo de ocho joyas de la corona de Francia en el Museo del Louvre manejan más de 150 muestras de ADN, huellas dactilares y evidencias físicas, con las que buscan identificar y localizar a los responsables del atraco ocurrido el pasado domingo.
La fiscal de París, Laure Beccuau, explicó que las cámaras de videovigilancia urbana permitieron rastrear los movimientos de los cuatro autores del robo “en París y los departamentos vecinos”. También indicó que los investigadores analizan imágenes de cámaras públicas y privadas de autopistas, bancos y comercios, con la esperanza de obtener pistas sobre la ruta de escape.
Nuevas grabaciones difundidas este jueves muestran que las alarmas del Louvre se activaron correctamente y que los guardias notificaron de inmediato la intrusión.
En las imágenes se observa a dos individuos descendiendo de una camioneta de mudanzas para acceder al balcón de la Galería de Apolo, donde se perpetró el robo, antes de huir en escúteres mientras se escuchan sirenas a lo lejos.
La presidenta del museo, Laurence des Cars, admitió ante el Senado francés que la falta de cámaras en algunas fachadas del edificio constituye una debilidad y pidió la instalación de una comisaría de policía dentro del Louvre.