Las autoridades mexicanas investigan la explosión de un vehículo ocurrida el sábado frente a las instalaciones de la Policía Comunitaria del municipio de Coahuayana, en Michoacán, un hecho que dejó cinco personas fallecidas —tres de ellas policías locales— y tres heridos, según confirmó la fiscalía estatal.
El estallido se produjo poco antes del mediodía y generó una onda expansiva que destruyó al menos cinco vehículos cercanos y causó daños en varias edificaciones del área. El estruendo se escuchó en distintos puntos del municipio, que ahora permanece bajo resguardo de fuerzas federales.
Michoacán es una de las regiones más golpeadas por la violencia en México, donde operan diversos grupos del crimen organizado, incluidos el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la Nueva Familia Michoacana, ambos catalogados como organizaciones terroristas extranjeras por el gobierno estadounidense de Donald Trump.
La Fiscalía General de México anunció que asumió la investigación del caso, mientras que este domingo arribaron al lugar agentes de la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada, como parte de los trabajos para esclarecer el ataque.
La explosión se produce en un contexto de creciente tensión en el estado. En octubre, el asesinato de un alcalde y de un líder limonero provocó protestas masivas y llevó a la presidenta Claudia Sheinbaum a desplegar más de 10,000 soldados como parte de un plan de seguridad para recuperar el control de la zona.
Aunque los ataques con coche bomba no son comunes en México, este hecho se suma al ocurrido en octubre en el estado vecino de Guanajuato, donde un estallido similar dejó tres agentes heridos.