
El director de Tránsito y Vialidad del Intrant, Joel Gneco, explicó en El Sol de la Tarde que la instalación del muro reductor de velocidad en la avenida George Washington responde a una decisión ciudad y técnica, sustentada en la alta cantidad de siniestros registrados en esa vía y en el incumplimiento sistemático de los límites establecidos desde 2020.
Gneco recordó que la ordenanza municipal 06-20, vigente desde hace cuatro años, fija límites de 40 km/h entre la Jiménez Moya y la Luperón, y de 35 km/h desde la Jiménez Moya hacia la avenida del Puerto. Sin embargo, las mediciones realizadas por el Intrant muestran velocidades muy superiores.

Gneco sostuvo que la discusión no debe centrarse solo en la movilidad del que transita, sino en la seguridad de quienes viven en la zona. Señaló que el tramo intervenido —a menudo llamado “autopista 30 de Mayo”, aunque no cumple las características de una autopista— concentra numerosos residenciales y múltiples puntos de cruce.
“El que va de paso no lo siente, pero el que vive ahí vive otra realidad”, expresó. Añadió que los conflictos de cruce se incrementan porque la vía funciona como un atajo de alta velocidad, pese a no estar diseñada para ello.
Las declaraciones se producen tras el rechazo de varios ciudadanos que consideran que el muro podría provocar accidentes, especialmente para conductores que no estén familiarizados con la zona. Algunos calificaron la medida de “barrabasada”, mientras que otros alertaron que podría causar daños vehiculares y riesgos durante la temporada navideña.