En una operación llevada a cabo en el centro de Colombia, la Policía Nacional incautó 1,5 toneladas de marihuana que, según las autoridades, pertenecerían a una disidencia de las antiguas FARC. El decomiso se realizó en una carretera del departamento de Cundinamarca, en la zona de Chinauta, cercana a Bogotá.
El director de la Policía, mayor general Carlos Fernando Triana, explicó que la droga estaría vinculada al frente Dagoberto Ramos del Estado Mayor Central (EMC), considerado como la principal disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con operaciones en el convulso departamento del Cauca (suroeste del país).
El departamento del Cauca se ha consolidado como una de las zonas más conflictivas del país, debido a la presencia de disidencias de las FARC, miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y diversos grupos narcotraficantes.
En un intento por recuperar el control territorial, el Ejército colombiano lanzó el 12 de octubre del año pasado la ’Operación Perseo', que incluyó el despliegue de más de mil soldados en El Plateado, considerado el principal bastión del grupo Carlos Patiño, también parte del EMC.
No obstante, el avance militar no ha logrado los resultados esperados. Las disidencias armadas continúan operando, desafiando al Estado colombiano y manteniendo su influencia sobre zonas rurales y corredores estratégicos para el narcotráfico.
Colombia enfrenta desde hace años un recrudecimiento de la violencia en varias regiones estratégicas del país, especialmente en el suroeste, donde operan disidencias de las antiguas FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y poderosas estructuras del narcotráfico.
A pesar del acuerdo de paz firmado en 2016, grupos armados como el Estado Mayor Central (EMC) se han fortalecido en zonas como el Cauca, utilizando corredores clave para el cultivo, procesamiento y transporte de drogas hacia centros urbanos y rutas internacionales.