
Fuerzas estadounidenses interceptaron y se llevaron un petrolero sancionado por Washington frente a las costas de Venezuela, según confirmaron a Bloomberg fuentes vinculadas con la operación. El hecho marca un nuevo punto de fricción en la ya complicada relación entre ambos gobiernos.
Ni la Casa Blanca, ni las autoridades venezolanas incluidos PDVSA y los ministerios de Petróleo e Información respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
La medida podría agravar las dificultades de Venezuela para colocar su crudo en el mercado internacional, en un contexto donde la mayoría de sus envíos terminan en China a través de intermediarios y con fuertes descuentos por el riesgo de sanciones.
Caracas sostiene que estas acciones buscan apropiarse de sus amplias reservas petroleras y ha denunciado cada intervención como un ataque a su soberanía. La incautación coincide con el anuncio del Premio Nobel de la Paz otorgado a la líder opositora María Corina Machado, hecho que ha intensificado el debate político interno.
Maduro ha llamado a la población a organizarse frente a lo que considera amenazas estadounidenses, al tiempo que ha reforzado la presencia militar en la frontera con Colombia, zonas costeras y una isla estratégica.
PDVSA mantiene alianzas con compañías como Chevron, cuyo acuerdo actual permite continuar operaciones gracias a una licencia del Departamento del Tesoro que la excluye de sanciones directas.