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El ciudadano afgano Rahmanullah Lakanwal, acusado de disparar a dos miembros de la Guardia Nacional a pocas cuadras de la Casa Blanca, trabajó previamente para varias entidades del gobierno estadounidense mientras formaba parte de una fuerza asociada en Afganistán, según declaró John Ratcliffe, director de la CIA, a Fox News Digital.
Ratcliffe señaló:
“Tras la desastrosa retirada de Biden de Afganistán, la Administración justificó la llegada del presunto tirador a EE.UU. en septiembre de 2021 por su trabajo previo con el Gobierno de EE.UU., incluida la CIA, como miembro de una fuerza asociada en Kandahar, trabajo que terminó poco después de la caótica evacuación.”
Lakanwal, de 29 años, ingresó al país en septiembre de 2021, un mes después de la salida de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, como parte de la Operación Bienvenida a los Aliados (Operation Allies Welcome). Fuentes de inteligencia informaron que el FBI investiga el tiroteo como un posible acto de terrorismo internacional. Los dos miembros de la Guardia Nacional heridos permanecen en estado crítico, aunque inicialmente se reportó que podrían haber muerto.
El ataque ocurrió el 26 de noviembre, cuando Lakanwal abrió fuego de manera repentina contra los guardias que realizaban patrullas de alta visibilidad frente a la estación de metro Farragut West, cercana a la Casa Blanca. Durante el intercambio, al menos uno de los soldados respondió al fuego, dejando al agresor herido y detenido.
El presidente Donald Trump calificó el tiroteo como un "atroz ataque" y lo definió como “un acto malvado, un acto de odio y un acto de terror”, comprometiéndose a llevar al agresor ante la justicia. Trump también enfatizó que Lakanwal llegó desde Afganistán, país al que describió como “agujero infernal en la tierra”, y pidió reexaminar a todos los extranjeros que ingresaron desde Afganistán bajo la administración de Biden.
En consecuencia, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) anunció la suspensión inmediata de todas las solicitudes de inmigración relacionadas con ciudadanos afganos, como medida preventiva mientras continúan las investigaciones.
El caso ha generado un intenso debate sobre los protocolos de ingreso de refugiados y aliados afganos tras la retirada estadounidense de 2021, así como sobre la seguridad en la capital federal ante posibles ataques dirigidos.