Un hombre de 37 años fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Chicago mientras dejaba a dos estudiantes en sus respectivas escuelas, un hecho que ha generado preocupación en la comunidad latina.
El arresto ocurrió el miércoles a las 8:15 a. m., frente a las instalaciones de Victoria Soto High School y Jovita Idar Elementary, según informó NBC News. Este operativo se enmarca en la intensificación de deportaciones promovida por la administración del presidente Donald Trump.
Los directores de ambas escuelas enviaron una carta a las familias asegurando que los estudiantes fueron escoltados de manera segura a sus respectivos planteles y que no se reportaron incidentes físicos durante la detención.
El caso ha reavivado el debate sobre la presencia de ICE en zonas escolares y su impacto en las comunidades migrantes.
Los agentes de ICE no intentaron ingresar a las instalaciones, y los directores enfatizaron que no se les habría permitido hacerlo. En el comunicado, las autoridades escolares expresaron su compromiso de monitorear las actividades en los alrededores de los campus para garantizar la seguridad de los estudiantes.
Las escuelas involucradas en el incidente atienden a más de 1.000 estudiantes, de los cuales el 98% se identifica como latino o hispano, según datos proporcionados por Acero Schools of Chicago. Este contexto ha generado una mayor preocupación entre las familias, quienes ven en este tipo de operativos una amenaza directa a la estabilidad y seguridad de sus comunidades.
El hombre detenido fue identificado como Francisco Andrade Berrera, quien, según un portavoz de ICE citado por NBC News, tiene antecedentes penales por delitos relacionados con el tráfico de drogas, además de que era miembro de una pandilla callejera y tenía condenas por daños a la propiedad.
Además, las autoridades señalaron que Andrade Berrera había sido deportado en dos ocasiones previas de los Estados Unidos.
En la carta dirigida a las familias, los directores de las escuelas reconocieron el impacto emocional que este tipo de eventos puede tener en la comunidad escolar.
“Entendemos lo estresante y perturbador que esto puede ser para nuestras comunidades escolares”, señalaron, al tiempo que reiteraron su compromiso de garantizar un entorno seguro para todos los estudiantes.
Asimismo, enfatizaron que continuarán vigilando las actividades en los alrededores de los campus para prevenir cualquier situación que pueda poner en riesgo a los alumnos.