
Este lunes celebramos el 231 aniversario del natalicio de la heroína independentista María Trinidad Sánchez, quien nació el 16 de junio de 1794. era hija de Isidora Ramona y Fernando Raimundo Sánchez, y se destaca por confeccionar la bandera que ondeó la gloriosa noche del 27 de febrero de 1844.
La febrerista, es la primera mártir de la patria. Fue fusilada en el gobierno de Pedro Santana el 27 de febrero de 1845, en el primer aniversario de la independencia, condenada, junto a otros, por conspirar para derrocar al gobierno de Santana y crear condiciones a fin de que retornaran los trinitarios desterrados.
Varios escritores relatan que al pasar frente a la Puerta del Conde exclamó: "¡Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República!"
Sobre Sánchez, el autor Ramón Lugo Lovatón aseguró que era amiga de frases sentenciosas y raras anécdotas. También se caracterizó por su marcada religiosidad y fue considerada una beata, que vestía hábito de virgen y realizaba penitencias. Formó parte de una comunidad de la parroquia del Carmen.
Vivía en un humilde bohío, de tablas de palma, ubicado en la calle de La Luna (hoy Sánchez), en una zona ocupada por los pobres. Fue considerada una de las mejores costureras de la ciudad. Se le atribuye haber participado en la confección de la bandera, agregándole una cruz blanca al pabellón haitiano.
Tenía 50 años cuando participó en la proclamación de la Independencia en el baluarte del Conde. El trinitario y febrerista José María Serra (1819-1888) aseguró que María Trinidad, “en sus propias faldas conducía pólvora” para que los patriotas la utilizaran la noche del 27 de febrero del 1844, cuando fue proclamada la independencia.