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El papa Francisco, de 88 años, fue nuevamente ingresado este viernes en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una bronquitis, una condición que no le da descanso cada invierno, marcando la cuarta vez que debe ser hospitalizado.
"Esta mañana, al final de las audiencias, el papa Francisco fue ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli para realizar algunos exámenes diagnósticos necesarios y continuar el tratamiento en ambiente hospitalario de la bronquitis todavía en curso", se lee en el escueto comunicado del Vaticano, que no especificó el tiempo que deberá estar el papa en el hospital.
Francisco tenía una agenda repleta en estos días, comenzando por la audiencia jubilar del sábado y la misa para el Jubileo de los Artistas del domingo, además de la visita el lunes a los estudios cinematográficos de Cinecittà para encontrarse con el mundo del arte.
Desde principios de febrero, el papa había estado lidiando con un “fuerte resfriado”, como él mismo mencionó en la audiencia general del miércoles 5 de febrero. En los días siguientes, mantuvo sus audiencias, pero desde su residencia, la Casa Santa Marta, para evitar trasladarse al palacio pontificio “debido a una bronquitis", según informó la oficina de prensa de la Santa Sede.
El domingo 9 de febrero, sin embargo, decidió presidir la misa por el Jubileo de las fuerzas armadas, la policía y la seguridad en la plaza de San Pedro. Durante la homilía, comenzó a leer el texto, pero luego pasó la responsabilidad a un colaborador: "Pido disculpas y le pido al maestro que continúe leyendo porque me falta el aliento", comentó.
"Estoy enfermo, tengo bronquitis, vivo aquí y no puedo salir”, confió el lunes a una de los numerosas audiencias que ha mantenido a pesar de la bronquitis, al igual que hoy, pues antes de salir hacia el hospital recibió al presidente de Eslovaquia, Roberto Fico.
En el comunicado de prensa de hoy se insinúa un deterioro en la salud del papa, que ha requerido su hospitalización.
Cuarta hospitalización en el Gemelli
En ocasiones anteriores, el pontífice argentino ha enfrentado problemas de gripe y respiratorios que lo llevaron a estar ingresado durante tres días en marzo de 2023 en el hospital Gemelli de Roma.
El propio Bergoglio declaró después que se trató de “una neumonía aguda y severa, en la parte inferior de los pulmones”.
En noviembre de 2023, por recomendación de los médicos, canceló su viaje a Dubái para la COP28, ya que también sufría en ese momento "bronquitis aguda e infecciosa" y tuvo que detener su actividad en diciembre de 2023 por una bronquitis, y en enero del año siguiente por una gripe.
A finales de febrero de 2024, acudió al Policlínico Gemelli de la Isla Tiberina para realizarse una tomografía computarizada de control de los pulmones.
En junio de 2023, el pontífice argentino debió ser ingresado nuevamente para una operación por una hernia abdominal, donde se le retiraron algunas adherencias y se le colocó una malla en la pared del abdomen, permaneciendo nueve días en el hospital.
En julio de 2021, Francisco fue hospitalizado por una estenosis diverticular sintomática del colon, y estuvo ingresado durante diez días.
Los otros problemas de salud
El papa ha sufrido dolores debido a la inflamación del nervio ciático, particularmente entre finales de 2020 y principios de 2021, lo que lo llevó a cancelar algunos actos.
En 2019, el Papa Francisco se sometió a una cirugía de cataratas en la Clínica Pio XI de Roma, y fue el mismo pontífice quien comunicó la noticia a algunos reclusos durante una visita a la cárcel Regina Coeli de Roma.
Desde hace varios años, padece un problema en la rodilla que lo obliga a utilizar un bastón y una silla de ruedas para moverse, pero nunca ha querido operarse, ya que asegura que tiene dificultades con la anestesia general.