
A una semana de celebradas las elecciones generales, Honduras continúa sin resultados definitivos, mientras el escrutinio oficial permanece detenido desde el viernes y el país entra en un clima de mayor incertidumbre y cuestionamientos al proceso.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) no actualiza cifras desde el 88.02 % de las actas procesadas. Fue más de un día después cuando las consejeras Ana Paola Hall y Cossette López informaron que la paralización respondió a “problemas técnicos” atribuibles a ASD, la empresa colombiana encargada del sistema de divulgación.
Hall, presidenta del CNE, afirmó que existe “voluntad firme” para que la publicación sea continua, mientras López señaló que los fallos “evidencian la dependencia” del organismo respecto a proveedores externos establecidos por ley.
El proceso también ha estado marcado por confrontaciones entre los tres consejeros del organismo, cada uno militante de partidos mayoritarios: Libre, Nacional y Liberal. El sábado, Marlon Ochoa —representante de Libre— no acudió a la conferencia de prensa junto a Hall y López, pese a que por norma deben hacerlo de manera conjunta.
La suspensión del conteo alimentó sospechas en la población, en los cinco partidos en contienda y entre observadores nacionales e internacionales, que reclaman claridad y celeridad.
Antes de detenerse, el sistema mostraba una diferencia mínima entre los dos principales candidatos:
El estrecho margen entre Asfura —apoyado públicamente por Donald Trump— y Nasralla ha aumentado las demandas de verificaciones adicionales, revisión de actas y escrutinios especiales.
La Misión de Observación Electoral de la OEA instó a “agilizar el escrutinio” y garantizar procedimientos que aseguren trazabilidad y certeza. Señaló que los datos recabados en mesas observadas confirman un resultado “sumamente ajustado”.
La prolongación del conteo mantiene la tensión política en un proceso que costó alrededor de 4,000 millones de lempiras (unos 150 millones de dólares). Libre ya presentó una solicitud de anulación de la fórmula presidencial, mientras otros sectores demandan transparencia inmediata.
En un indicio adicional de desorganización, en el municipio de San Antonio de Flores (El Paraíso), cerca de 5,000 habitantes solo pudieron votar hasta este domingo.