Darrel Schultz, de 53 años, fue abatido por agentes policiales el sábado después de conducir su camioneta dentro de un centro comercial en Killeen, Texas, dejando cinco personas heridas, incluido un niño de 6 años.
El incidente, ocurrido durante una tarde de compras navideñas, generó caos y pánico antes de que Schultz fuera detenido dentro de una tienda JCPenney, donde recibió disparos de los oficiales.
El suceso comenzó alrededor de las 5 p.m., cuando un oficial del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) reportó un vehículo sospechoso de ser conducido por un hombre ebrio.
La camioneta negra fue ubicada en Belton, a unos 32 kilómetros al este de Killeen. Posteriormente, la Policía de Killeen recibió reportes de conducción errática en la Interestatal 14, informó la portavoz policial Ofelia Miramontez.
Un agente del DPS siguió a Schultz hasta el estacionamiento del Killeen Mall, donde el conductor, en lugar de detenerse, aceleró y embistió las puertas de cristal de un establecimiento de JCPenney.
El vehículo continuó avanzando varios cientos de metros dentro de la tienda, atropellando a varias personas, según los informes oficiales.
El ataque dentro del centro comercial
El sargento Bryan Washko, del DPS, describió la escena como caótica. “El sospechoso condujo activamente a través de la tienda, golpeando a personas mientras avanzaba”, afirmó Washko en una conferencia de prensa la noche del sábado, de acuerdo con declaraciones recogidas por diversos medios.
Schultz fue perseguido a pie por el agente de DPS y un oficial de la Policía de Killeen mientras la camioneta seguía moviéndose por el centro comercial.
En el interior del centro comercial, cinco personas fueron heridas, con edades que oscilan entre los 6 y 75 años.
Cuatro de ellas fueron trasladadas en ambulancia a hospitales cercanos, mientras que una acudió por sus propios medios.
Las condiciones de los heridos no han sido reveladas hasta el momento, de acuerdo con la información más reciente.
La intervención policial se tornó crítica cuando el vehículo no se detenía. Agentes de DPS, la Policía de Killeen y otros tres departamentos abrieron fuego para neutralizar al conductor, según informó Washko en sus declaraciones a los medios.
Algunos de los oficiales que participaron en el tiroteo estaban fuera de servicio y trabajaban como guardias de seguridad en el centro comercial, reportaron las autoridades.
“El sospechoso fue abatido para eliminar esta amenaza”, declaró Washko, añadiendo que falsos reportes iniciales de un tirador activo causaron confusión entre los compradores.
Escenas de pánico y testigos
Testigos presenciales entrevistados por medios locales informaron haber escuchado múltiples disparos y vieron a personas huyendo a toda prisa del centro comercial.
“Corrimos hacia la salida tan pronto como escuchamos los disparos. Todo fue muy rápido y caótico”, comentó un testigo al canal local afiliado a CBS. Washko informó que la camioneta seguía dentro del JCPenney hasta la noche del sábado y que el área permanecía asegurada pero restringida al público.
“Gracias a la rápida acción de los agentes, la situación fue controlada antes de que causara más víctimas”, señaló.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas lidera la investigación, con el apoyo de la División de Texas Rangers, especializada en casos de alto impacto, según los reportes oficiales.
Las autoridades pidieron a los residentes evitar el área mientras se lleva a cabo el proceso de recolección de evidencia y análisis de la escena del crimen.