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Robert L. Brooks Jr., hijo de un recluso fallecido tras una golpiza en la Instalación Correccional de Marcy, en Nueva York, presentó una demanda contra más de una docena de guardias, el jefe de la instalación y el comisionado del Departamento de Correcciones y Supervisión Comunitaria del estado, acusándolos de negligencia y abuso de poder.
El caso se centra en la muerte de Robert L. Brooks Sr., de 43 años, quien perdió la vida el 10 de diciembre, un día después de haber sido golpeado mientras estaba esposado.
Según videos de cámaras corporales, los guardias lo patearon en el pecho, lo levantaron por el cuello y lo dejaron caer al suelo, mientras otros empleados permanecían indiferentes ante la agresión.
La demanda alega que la conducta de los guardias fue "sistemática y casual", y responsabiliza a los funcionarios por no evitar el ataque y no garantizar la seguridad del recluso.
El caso ha generado indignación y reavivado el debate sobre la violencia en las prisiones y la supervisión de los sistemas penitenciarios en Estados Unidos.
"Quiero que el nombre de Robert L. Brooks sea conocido para siempre y no solo por sus últimos momentos finales", declaró Brooks Jr. en una conferencia de prensa. Describió sentirse impotente y devastado cuando vio el video.
La demanda, que busca daños no especificados, alega que los acusados usaron fuerza excesiva y fueron indiferentes a su grave necesidad médica. También denuncia negligencia grave y muerte injusta.
Se envió un correo electrónico buscando comentarios a los funcionarios estatales de correcciones el miércoles.
La fiscal general de Nueva York nombró este mes a un fiscal especial para investigar la muerte de Brooks. El fiscal de distrito del condado Onondaga, William Fitzpatrick, asumió el caso como fiscal especial después de que la fiscal general Letitia James se recusara, citando la representación de su oficina de varios oficiales en demandas civiles separadas.
Los resultados de la autopsia de Brooks no se han hecho públicos. Pero los hallazgos preliminares de un examen médico indican "preocupación por asfixia debido a la compresión del cuello como causa de la muerte, así como la muerte debido a acciones de otro", según los archivos judiciales.
La demanda afirma que la golpiza fue la única causa de la muerte de Brooks.
La demanda señala que un grupo activista en 2023 reportó "abusos desenfrenados por parte del personal" en Marcy, después de entrevistar a personas encarceladas allí en octubre de 2022.
La Asociación Correccional de Nueva York dijo que les informaron de agresiones físicas en lugares sin cámaras, como entre las puertas, en furgonetas y en duchas.
La gobernadora Kathy Hochul ha ordenado a los funcionarios estatales iniciar procedimientos para despedir a los empleados implicados en el ataque. Quince oficiales correccionales y dos enfermeras fueron suspendidos sin sueldo.
Un oficial renunció. Hochul también nombró a un nuevo líder para la prisión a 320 kilómetros (200 millas) al noroeste de la ciudad de Nueva York.