El expresidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), fausto Polanco afirmó que el 2025 pasará a la historia del merengue como uno de los periodos más difíciles, con la pérdida de figuras emblemáticas.
“Fue una charla muy amena, hablamos sobre su historia, su carrera artística… lo vi como una persona sana”, recuerda el periodista Fausto Polanco, expresidente de ACROARTE, sobre un encuentro sostenido con Henry Hierro.
“Cuando supimos que tenía cáncer y que era tan agresivo, nos sorprendió profundamente”, sostuvo Fausto Polanco en el programa de Rumba 98.5 FM.
Legado de modernización del merengue
Henry Hierro dejó una huella profunda en el merengue moderno desde que integró la orquesta La Gran Manzana en 1983. “Con ese grupo se comenzaron a incorporar el bajo inalámbrico, micrófonos inalámbricos y sintetizadores, fue la primera orquesta que modernizó instrumentación en el merengue dominicano”, señala Polanco.
En esa era surgió el éxito "Mentirosa", interpretado por Hierro, y que se convirtió en himno generacional, recordó en su análisis sobre el legado de Henry Hierro en el merengue dominicano, junto a los panelistas de El Rumbo de la Mañana.
Pero la labor de Hierro no se limitó a cantar. También fue productor, arreglista y compositor de temas fundamentales:
En palabras de Polanco: “Cada álbum de esa orquesta lanzaba una y otra vez éxitos que dominaban el año entero”.
Ante las inquietudes del panel de El Rumbo de la Mañana, el analista musical resaltó que mientras el merengue tradicional ha perdido terreno, el merengue típico vive hoy uno de sus mejores momentos gracias al relevo generacional.
“Hay una asociación que registra 76 orquestas de merengue típico en el país”, comenta Polanco, y acto seguido explica: “En el Cibao hay programas de radio que han apostado fuerte por el género; se apoya al nuevo talento, surgido de coros en agrupaciones mayores”.
Sin embargo, el panorama para el merengue “normal”, el que dominó las décadas de los 70 u 80, es mucho más sombrío.
“La industria del merengue ya no existe. Aquí en la capital sólo unas cinco o seis emisoras ponen un poco de merengue”, lamenta Polanco. “No hay relevo como lo hubo entonces: fulano cantaba con tal orquesta, lanzaba su banda, pegaba; eso hoy casi no ocurre”.
El cronista de arte va más allá: “El merengue típico ya se comió al dembow, porque mientras el dembow funciona mediante chismes, el típico se ha pegado con calidad musical”.