
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció este miércoles que ha iniciado una investigación sobre las prácticas de admisión y patrocinio de visados internacionales de la Universidad de Harvard dentro del Programa de Visitantes de Intercambio.
En un comunicado, el secretario de Estado, Marco Rubio, explicó que se requiere a todos los patrocinadores de este programa “el pleno cumplimiento de la normativa sobre visitantes de intercambio, transparencia en la presentación de informes y un compromiso demostrado con el fomento de los principios de intercambio cultural y entendimiento mutuo”.
El texto también subraya que estos programas deben realizarse “de manera que no socaven los objetivos de política exterior ni comprometan los intereses de seguridad nacional de EE.UU.”, y que se espera que las instituciones académicas “defiendan la seguridad nacional, cumplan la ley y proporcionen entornos seguros a todos los estudiantes”.
“La investigación garantizará que los programas del departamento de Estado no sean contrarios a los intereses de nuestra nación”, afirmó Rubio.
La investigación surge en un contexto de tensiones crecientes entre la Universidad de Harvard y la administración del presidente Donald Trump, en una serie de enfrentamientos que han ido escalando durante los últimos meses.
El lunes pasado, se celebró una audiencia en un tribunal de Boston sobre la legalidad de la suspensión de fondos federales a Harvard, sin que se emitiera un fallo inmediato. La jueza federal que llevó el caso cuestionó abiertamente la decisión del Gobierno.
Con anterioridad, Trump intentó impedir la inscripción de estudiantes internacionales en Harvard, pero esta misma jueza bloqueó de forma indefinida la medida.
En junio, Trump señaló que “era posible” un acuerdo entre su Gobierno y Harvard, afirmando que estaban trabajando conjuntamente, aunque aún no se han dado detalles sobre esas conversaciones.
El Gobierno estadounidense ya había informado de investigaciones abiertas a cinco universidades del país, incluidas la Universidad de Miami y la de Louisville, para verificar si sus becas se otorgan exclusivamente a jóvenes indocumentados o beneficiarios de DACA, conocidos como “soñadores”.
Además de Miami y Louisville, la Universidad de Nebraska Omaha, la de Míchigan y la de Míchigan Occidental también forman parte de este proceso de revisión por parte del Departamento de Educación.