La decisión del gobierno de Trump de eliminar más del 90% de los contratos de ayuda exterior y reducir aproximadamente 60.000 millones de dólares en financiamiento ya está afectando a varios países alrededor del mundo.
Pocas horas después del anuncio, realizado a principios de esta semana, múltiples programas fueron cancelados, dejando a millones de personas sin acceso a atención médica y servicios esenciales.
El miércoles, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) rescindió alrededor de 10.000 contratos, notificando a diversas organizaciones no gubernamentales mediante cartas en las que se explicaba que los fondos habían sido retirados “por conveniencia e intereses del gobierno de Estados Unidos”, según una fuente que habló bajo condición de anonimato.
Estos recortes afectan principalmente a países en situaciones vulnerables, donde la asistencia estadounidense ha sido clave para fortalecer sistemas de salud, programas de alimentación y combatir amenazas como el terrorismo, el tráfico de personas y de drogas.
Programas afectados en distintos países
- Congo: Acción contra el Hambre dejará de atender a miles de niños desnutridos desde mayo, lo que la organización califica como un “peligro mortal”.
- Etiopía: Se suspendió la entrega de alimentos a más de un millón de personas y el Ministerio de Salud despidió a 5.000 trabajadores que atendían VIH, malaria y vacunaciones.
- Senegal: Cerró el mayor programa contra la malaria, que distribuía mosquiteros y medicamentos. También se eliminaron servicios de salud maternoinfantil.
- Sudán del Sur: Más de 115.000 personas quedaron sin acceso a servicios médicos tras la cancelación de un proyecto del Comité Internacional de Rescate.
- Colombia: El cierre de un programa del Consejo Noruego para los Refugiados dejó a 50.000 personas sin alimentos, refugio y agua potable.
- Sudán: Se clausuraron 90 cocinas comunitarias en Jartum, afectando a más de medio millón de personas.
- Bangladesh: Unos 600.000 niños y mujeres perderán acceso a atención médica y protección contra la violencia.
- Mali: Se suspendieron servicios básicos como agua y alimentos para 270.000 personas.
- Burkina Faso: Más de 400.000 personas quedaron sin acceso a agua potable y asistencia para víctimas de violencia de género.
- Somalia: 50 centros de salud dejaron de funcionar por falta de pago a los trabajadores médicos.
- Ucrania: Programas de ayuda monetaria que beneficiaban a un millón de personas fueron suspendidos.
- Afganistán: Se cerraron cientos de equipos de salud móviles, afectando a 9 millones de personas.
- Siria: Al menos 2,5 millones de personas en el noreste quedaron sin asistencia. En el norte, cerraron hospitales y centros de salud.
- Kenia: Más de 600.000 personas perderán acceso a alimentos y apoyo nutricional.
- Haití: Al menos 13.000 personas dejaron de recibir asistencia nutricional, y los recortes afectarán a unas 550.000 en total.
- Tailandia: Cerraron hospitales que atendían a 100.000 refugiados de Myanmar.
- Nigeria: Desde abril, 25.000 niños en estado grave de desnutrición quedarán sin apoyo alimentario.
- Filipinas: Se suspendió un programa de alerta de desastres para personas con discapacidad.
- Vietnam: Un proyecto de capacitación para cuidadores de personas discapacitadas fue cancelado.
- Yemen: 220.000 desplazados perderán acceso a atención médica materna y servicios esenciales.
Los efectos de estos recortes siguen extendiéndose, dejando a millones en condiciones aún más precarias.