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Un guardia de prisión en Nueva York se declaró culpable este miércoles de haber intentado ocultar evidencia relacionada con la golpiza fatal de un recluso esposado, un hecho que fue captado en video y que ha desatado fuertes críticas al sistema penitenciario estatal.
Nicholas Gentile, de 36 años, admitió ante un tribunal haber limpiado la sangre de Robert Brooks, un recluso de 43 años, asesinado a golpes por varios oficiales en la Instalación Correccional de Marcy el 9 de diciembre de 2023. El agente también reconoció que no reportó el hecho, a pesar de saber lo que había ocurrido.
Gentile fue uno de los 10 guardias acusados por la muerte de Brooks. Mientras seis enfrentan cargos de asesinato sin premeditación, él fue procesado por intento de manipulación de evidencia física. El video del ataque, que muestra a Brooks esposado mientras es golpeado, generó indignación pública y renovados llamados a una reforma carcelaria.
Como parte de un acuerdo con la Fiscalía, Gentile fue condenado a un año de libertad condicional, evitó la prisión y renunció tanto a su trabajo como a su derecho de apelación. No ofreció declaraciones durante la audiencia.
El fiscal especial William Fitzpatrick informó que Brooks fue agredido tres veces la noche de su muerte, siendo la última golpiza la que resultó letal. El recluso había iniciado una sentencia de 12 años por agresión en 2017 y había sido trasladado recientemente a Marcy.
Este caso se suma a otro en el que Fitzpatrick también actúa como fiscal, relacionado con la muerte del recluso Messiah Nantwi el pasado 1 de marzo, también tras una golpiza en una prisión cercana, lo que ha elevado la presión sobre el sistema penitenciario del estado.