
Sonny Gray, nuevo abridor de los Medias Rojas de Boston, reavivó de inmediato la histórica rivalidad con los Yankees durante su presentación oficial, recordando que nunca disfrutó su paso por Nueva York y que su llegada a Boston lo hace sentir más cómodo dentro de esa enemistad deportiva.
Gray fue directo al hablar de su experiencia en el Bronx. “Me siento bien de estar en un lugar donde es fácil odiar a los Yankees”, afirmó, añadiendo más tarde: “Para empezar, nunca quise ir [a Nueva York]”.
El lanzador ya había expuesto en años anteriores su inconformidad con la organización. En 2019 explicó que el equipo insistía en que priorizara los sliders, algo que, según él, no encajaba con su estilo.
Incluso culpó a los Yankees por obligarlo a lanzar “un lanzamiento giratorio de…” más veces de las que se sentía cómodo, lo que afectó su rendimiento.
Su estadía lo confirmó: caída en su tasa de ponches, aumento en bases por bolas y un incremento notable en jonrones permitidos. En 2018 terminó con efectividad de 4.90 en 130 1/3 entradas, perdió su puesto en la rotación y acabó el año en el bullpen.
Los Yankees finalmente lo traspasaron a los Rojos de Cincinnati, y su carrera repuntó de inmediato. Gray fue al Juego de Estrellas en su primera temporada con los Rojos y desde entonces acumula una efectividad de 3.51, dos selecciones al All-Star Game y un segundo lugar en la votación del Cy Young en 2023.
Aunque su efectividad con los Cardenales en 2025 subió a 4.28, varios indicadores apuntan a que tuvo mala suerte y podría mejorar en 2026 con los Medias Rojas, donde ya alimenta la rivalidad con los Yankees antes de lanzar su primer pitcheo.