
El Gobierno boliviano presentó una denuncia formal contra el expresidente Evo Morales, acusándolo de ocho delitos, entre ellos terrorismo, instigación pública a delinquir y obstrucción de procesos electorales. La medida se da en medio de las protestas organizadas por simpatizantes de Morales, quienes bloquean carreteras en todo el país para exigir que se le permita postularse a las elecciones presidenciales del próximo 17 de agosto.
El ministro de Justicia, César Siles, confirmó la presentación de la denuncia ante la Fiscalía, señalando que también están implicadas la exdirigente Suseth Rodríguez y otras personas por determinar, en calidad de autores, coautores o cómplices.
Entre los delitos atribuidos al exmandatario (2006–2019) figuran: terrorismo, instigación a delinquir, atentado contra servicios públicos, seguridad en los transportes, y la libertad de trabajo, así como desobediencia a resoluciones constitucionales, destrucción de bienes del Estado y obstrucción electoral.
Las movilizaciones que desataron la denuncia comenzaron hace cuatro días, cuando seguidores de Morales iniciaron bloqueos en varias regiones del país. Buscan presionar a las autoridades electorales para que el exmandatario sea incluido como candidato presidencial, pese a los impedimentos legales.
Morales intentaba inscribirse a través del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), que perdió su personería jurídica tras no alcanzar el 3 % de votos requeridos en las elecciones de 2020. Este jueves, el Tribunal Constitucional Plurinacional respaldó la decisión del Tribunal Supremo Electoral de excluir a Pan-Bol de los próximos comicios.
Además, una sentencia constitucional vigente establece que en Bolivia solo se permite una reelección continua, lo que imposibilitaría un nuevo mandato de Morales.