El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo nueve décimas su previsión de crecimiento de la economía de Estados Unidos en 2025 con respecto a su pronóstico de enero pasado, situándola en 1,8 %, principalmente por los efectos de la guerra comercial iniciada por el Gobierno de Donald Trump.
El nuevo pronóstico, recogido en el informe de Perspectivas de la Economía Mundial que el organismo ha publicado este martes, supone una desaceleración del producto interior bruto (PIB) de EE.UU. de un punto porcentual frente a la tasa de crecimiento que registró en 2024 (2,8 %).
Para el año que viene, el FMI prevé que la primera economía mundial crezca un 1,7 %, cuatro décimas menos de lo que pronosticaba en su informe de enero.
La revisión a la baja responde a "una mayor incertidumbre política, tensiones comerciales y unas perspectivas de demanda más moderadas, ante un crecimiento del consumo más lento de lo previsto", explica el informe, que añade que "también se espera que los aranceles dañen el crecimiento en 2026 en un contexto de consumo privado moderado".
Tres factores sustentan la fuerte rebaja del crecimiento estadounidense, apunta en una entrevista con EFE la directora adjunta del Departamento de Investigación del FMI, Petya Koeva Brooks.
"Uno es el impacto de los aranceles, otro es el impacto de la incertidumbre (que conlleva la guerra comercial) y, además, hay también un impacto considerable de desaceleración de la economía, incluso antes de que se diera cualquiera de los acontecimientos anteriores. Recordemos que la economía estadounidense creció con gran solidez el año pasado", explicó.
Además, en comparación con la anterior actualización del WEO de enero, la previsión de inflación en EE.UU. ha crecido en un punto porcentual, hasta el 3 %, algo que según el informe "refleja la persistente dinámica de precios en el sector servicios, así como un reciente repunte en el precio de los bienes básicos (excluidos los alimentos y la energía) y el shock de oferta que se deriva de los recientes aranceles".
El escenario base del informe apunta a su vez a unos flujos migratorios hacia EE.UU. mucho menores que los de antes de la pandemia debido a las políticas de fronteras cerradas del Gobierno de Trump, lo que afectará al crecimiento y a las tasas de empleo y desempleo.
"También existe un riesgo adicional a la baja para el crecimiento, y luego, por supuesto, un riesgo al alza para el desempleo, relacionado con la posibilidad de que se produzcan caídas adicionales en esos flujos, o la posibilidad de que los migrantes actuales no participen en la fuerza laboral tan preventiva como antes", apunta Koeva Brooks ante un mayor endurecimiento de estas políticas por parte de Washington.